Hay una serie de televisión que, en mi muy personal humor simple, es grandiosa se llama "My Name is Earl". Es la historia de un delincuente que a raíz de una serie de sucesos extraños entiende el concepto de karma y decide componer todo lo que ha hecho mal en su vida.
A quien no la haya visto y tenga un sentido del humor simple, se la recomiendo ampliamente, es muy divertida, un poco estúpida y simple pero muy divertida.
¿Y por qué viene esto al caso? Muy sencillo, no viene al caso, pero quería iniciar recomendando un rato de sano humor.
Debo confesar que la historia que les contaré fue una de las postuladas a ser posteada en el tema de "El robo del siglo", pero por pena a publicar un acto tan deplorable (y un poco de miedo a ser arrestado) decidí omitirla en aquella ocasión.
Fue una noche de fiesta, era el cumpleaños del mismísimo doctor El Perra, en la que después de haber estado bromeando con hurtar un extintor, una amiga puso a prueba mis capacidades y retóme a salir del bar con el extintor en la mano... cosa que no me enorgullece, pero logré.
Al día siguiente, mi madre preguntó de dónde había salido ese gran artefacto rojo, a lo que contesté "Es del coche de carreras".
Toma chango tu banana, el pinche karma se encargó de que mi carrera como piloto fuera una de las más desastrosas en la historia, motores rotos, pistones, anillos, válvulas, un eje trasero doblado.
Pero su más grande manifestación fue cuando en un olvido peligroso, dejé el extintor en el taller de mi tío, residencia oficial del auto 76, justo ese día, el karma decidió darme una lección.
Algo que mi tío nunca había visto, volaron dos pistones, perforaron la pared de 2 centímetros de acero que los separa del mundo exterior y con tremendo agujero, hacer un incendio fue cosa de niños.
Justo el día en que se incendió el coche y nosotros sin el mentado extintor robado, ya que el karma me había cobrado con 6 meses desastrosos intentando echar a andar el armatoste con ruedas, la decisión de asestar el golpe final incendiando el coche fue una ironía maestra.
Así que siguiendo las enseñanzas de la serie que les recomendé al principio, debería regresar al bar, pedir disculpas por haber tomado su extintor y volver a las pistas, tal vez de esa forma lograría terminar más de una carrera cada dos temporadas.
¡¡TE ROBASTE UN EXTINTOR!! No lo recuerdo, pero segurito me di cuenta, como me di cuenta que algo extraño había. Y gracias a eso yo tuve que tener un pistón roto en mi casa por años. Ya mejor me preparo para mi cita con el médico y... ya nos veremos.
ResponderEliminarSigo sin entender cómo fue que nadie se dio cuenta¡¡¡¡¡ y?? qué pasó con él? lo tiraste?
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