domingo, 28 de febrero de 2010

Oda a un amigo


Fuckkkkk y ahora qué voy a escribir. Eso dijeron todos cuando se les ocurrió la grandiosa idea de incluir el tema del "correcto uso de la palabra cállata", ¿qué es cállata? lo busqué en los diccionarios, ooobivio no exite y nadie tenía ni la menor idea de qué escribir.

Sí, ahora somos los callatiés, los frí-xis, paxivos o que valemos ochentas y miles y que ha sido descrito de forma perfecta por todos los que posteron esta semana, dándole significado a esta palabra. Yo sólo mencionaré en estas líneas cuándo me tocó escucharla por primera vez.

Fue el 6 enero del 2009, cuando antes de salir ese martes de cierre en redacción, y dispuesta a suspender los tragos que alegran el alma, se acercó Toño para decirme: ¡qué onda mija, vamos por unos chupes!, renuente por ser ese día de la semana pero, siempre apasionada por el alcohol, dije que sí.

No sabíamos a dónde ir, pero llegamos al buen pueblo coyoacanense donde también, por qué no, los martes se chupa. Estábamos en el Quetalcoatl, sí, no escribí mal Que-tal-coatl, uno de esos restaurantes donde lo único de la carta son tacos y cervezas, qué difícil escoger qué tomar.

Ahí, Toño me platicó de su gran viaje a Chiapas, que si estuvo todo el tiempo a-ho-ga-da, que si dos días de fiesta seguida, entre otras historias.

Estando en la mesa, y a punto de corrernos los meseros, escuché la anécdota de la Danta cuando, expresó la tan afamada palabra Cállata y terminó relatando sobre el diseño exclusivo en su trasero, sí ¿Cállata?, ¿escuché bien?. Veía cómo Toño se atacaba de risa al contarlo y me contagiaba su alegría. Reí cómo no lo hacía en ese tiempo, con el entusiasmo que en esos días necesitaba.

Durante el transcurso de la plática, recordé los últimos días de diciembre, cuando un amigo me sacó del periódico llo-ran-da como Magdalena y me llevó a recoger mi ropa para empezar un nuevo capítulo. Incluso, me abrió las puertas de su hogar para tranquilizarme y darme ánimos. También fue Toño, el amigo, con quien estaba riéndome como niña en aquel bar restaurante.

Cuando ya no les quedó de otra a los del servicio del lugar más que decirnos que ya tenían que cerrar, nos fuimos. Recorrimos el centro de Coyoacán y llegamos a Sanborms; ahí estuvimos viendo discos y películas; al recorrer los estantes nos preguntamos casi a unisono ¿qué te vas a regalar de Día de Reyes?, obvia él ya tenía su ponchipaquete de pelis, que le llegaba apilados hasta la barba y, yo, que por varios años no lo hacía, decidí regalarme un cd. No fue ni el cantante, ni el disco de superación personal, ni los horóscopos de Walter Mercado, lo que tenía en mis manos, sólo fue el momento que por fin supe que mi vida continuaba y que estaba a mi lado un amigo para reforzar esa idea. Esta fue mi anécdota de la palabra Cállata con un toque de Día de Reyes, noche en la que me cayó el veinte de que así empezaba esta nueva etapa de mi vida.

sábado, 27 de febrero de 2010

Pinceladas de arte



Ya van 5 días que estos chacales y paxivas han comentado el uso de la palabra "Cállata". Ahora, yo les platicaré cómo fue que la escuché por primera vez.


Todo comenzó en un viaje que hice de placer, para visitar a mis amigos chiapanecos, lugar donde aprendí todo este lenguaje que ha sido parte de risas y grandes anécdotas.


Llegamos divinos, al aeropuerto Ángel Albino Corzo, en Tuxtla Gutiérrez, al que nos fueron a recibir dos buenos amigos: Rafa y la famosa "Dantasha".


Como yo no los conocía, a mi acompañante JA se le ocurrió que nos tomáramos unas copas en el bar del lugar.


Desde el momento que me senté en el sillón y que me sirvieron la primer copa no paré de reir con las ocurrencias de la Danta.


"Mampos", "paxivas", "muñeca", "ochentas", "frixi", "asca" y demás palabras, las cuales me sacaron tremendas llegó a mis oídos "Cállataaaaaaaaa", la cual salió a colación, por que a JA se le ocurrió decirle a la Danta que me contara la vez que hizo un coctel en su casa.


La otra, indignada y muy en su papel, no quiso soltar la anécdota y en su lugar arrojó está palabra, que desde ese momento, se me pegó.


Después de varias horas y una patona, por fin, la anfitriona se animó y me contó lo que pasó.


ADVERTENCIA: Por favor absténganse de seguir leyendo gente moralista, menores de edad, Legionarios de Cristo, adoradores de Juan Pablo II y miembros de la familia "Fishing". ESTO ES REALMENTE GROTESCO... pero muuuuuuuy divertido.


Al siguiente día del coctel que la Danta realizó, tal y como aparece en la película "The Hangover", se despertó tirada en el sillón y con su hogar destrozado como si hubiera pasado un torbellino.

Cuando reaccionó, se hizo la pregunta... "¿Oseaaaaa, porque no me dormí en mi cuarto?", motivo por el cual decidió llamarle a personajes que se encontraban una noche anterior.


La respuesta de varios fue: "Gorda, estabas ahogada y la Damiana se encerró en tu cuarto con un chacalxs".


En ese momento, alteradísima la gordis subió para ver si todo estaba en orden y sí, todo bien, salvo por un olor extraño que se percibía en el ambiente.


Se puso a arreglar y después de un momento se dio cuenta que sus sabanas y sus colchas nuevas estaban manchadas por una gran franja de CACA. Así como lo leen.


Muy enojada, la socilatité chiapaneca empieza a quitarlas de su colchón y cual va ser su sorpresa, que de reojo, se le ocurre mirar hacia la pared y ve varias manos estampadas en ella, las cuales no fueron hechas precisamente con pintura.


Después de horas de tallar y tallar, lavar y lavar, la gordis baja muerta de sed a su cocina. Abre el refri y saca una coca bien frí-a.


Cansada por tanto quehacer, le da un buen sorbo y al momento, lo escupe.


La voltea a ver y se da cuenta que en la boquilla de la botella se asoman dos marcas de dedos realizados con el mismo desperdicio.


Muy enojada, sube corriendo a su baño para lavarse los dientes.


Al terminar, comenta que sigue percibiendo el olor como la primera vez que lo olió. En su mente, afirma que todo ese olor es producto de las sorpresitas que se llevó.


Sin embargo, cual va siendo la sorpresa final, que se ve en el espejo y la pijama que traía puesta estaba decorada por una gran franja de MIERDA, que ni Giorgio Armani pudiera igualar.


"Callataaaaaa Cállataaaaaa ta ta ra ra raaaaaa"


Esta anécdota enmarca la primera vez que escuché ésta rara palabra, con la cual hemos vivido anécdotas no tan grotescas, pero si muy divertidas.

viernes, 26 de febrero de 2010

El idioma de la amistad


Adquirir un nuevo lenguaje no es cosa fácil; es más, podría decir que es una las tareas más complicadas y, a veces, bastante incómoda. Principalmente, cuando en un mail de trabajo te cuesta mucho no firmar: “Graxias” o “Saludox”. Incluso, les confieso, que con algunas personas sí se me ha ido el send.

Todo empezó como algo chistoso, distintivo del personaje que le da vida a nuestro blog; pero, poco a poco, se fue metiendo en nuestra cabeza y, por más que intentamos, ahora no se va.

Creo que ya no tiene traducción; no es el lado “a” o el lado “x” de la vida. Por cierto, muy bien descrito por el renacuajo de este pantano.

El creador de esta manera de comunicarnos se jacta de traer todo lo nuevo y original que tenemos debido a que se ha convertido en todo un socialité y vive la vida, de más, por todos nosotros.

Sin embargo, él no se da cuenta de que, cuando no está, nosotros nos hablamos igual. Más de una vez le he dicho a alguien “cállataaaaaaaaa”, seguido de un "cállataaaaaaaa taaaaaaa", o “ya duérmetaaaaaaaa”, y sirve bastante bien, ya que no suena grosero, ni real; al contrario, es cariñoso.

De muchas personas heredamos frases; mi hermano diría que siempre me llegan tarde, que las pongo de moda cuando ya son viejas en su mundo. Pero éstas, las he usado en otros contextos y, siempre, hacen reír o, al menos, sorprenden.

Hoy, estoy convencida de que un grupo de amigos no está completo si no habla el mismo idioma, en todos los sentidos. Nosotros, con personalidades agua y aceite, y al no tenerlo de manera natural, tuvimos que crearlo.

Hay paxivas, duques, princesas, espías, cachasapes, malacopas o “suicidas”; muñoncitas y mini sapos o ranas en proceso, ya es su elección; la correcta, digo yo.

¿Cómo podríamos comunicarnos sino así?

No me queda más que darles las gracias por un vocabulario nuevo y por enseñarme el verdadero idioma de la amistad.

Dicen que no se aprende una nueva lengua hasta que sueñas con ella; les aseguro que más de una vez he soñado con “Frixis”, “Payasas”, "Mampas", "Locas"… y demás integrantes. ¡No se paxen!

Suerte a todos con el uso, ya que es bastante… bastante…. bastante.

jueves, 25 de febrero de 2010

Renacuajo


Me integré a este grupito de especímenes cuando ya todos se comunicaban a través de un extrañísimo "idioma". Sí, yo fui como esos que llegan al último: el extemporáneo, el de la inscripción tardía, el renacuajo cuando ya todos saltan bien ranas.

Contexto: a Nano y a Ojo Espía los apreciaba de tiempo atrás, a La Thi y a Princess Janne las conocí en una fiesta perfectamente musicalizada, con Muñoncita había intercambiado tres palabras, y con Frí-a la primer carcajada se generó en el peor mejor pozole del mundo.

Y pronto, desde esos días, hube de fletarme un curso intensivo de términos mamucos que veneran el lado "a" de las cosas. La lección inicial me llegó en otra reunión, cuando dije algo y Frí-a me replicó con un "¡Ay cállataaaa!". Pelé los ojos, volteé a ver a Princess Janne esperando los respectivos subtitles y la muy incomprensiva secundó: "Sí, cállata", soltando mezquina carcajada. Me estaban bautizando, por no decir vacunando. Y nadie me explicaba. Aventuras de un koala mudo en medio de puro pinchurriento canguro burlón.

¿Por qué "cállata" y no "cállate", como la gente normal? Nadie me respondió, pero a palabrotas aprende uno. Pasaron los días y empecé a entender a esta tribu, comandada por Frí-a, aka el Moctezuma del medio hablar. Del "cállata" siguió el "inventada" y luego vino el "frixi" y yo sentía que me hablaban los Gipsy Kings. Ya saben: se entiende, pero como que no. Lenguaje anfibio, medio en tierra, medio en agua. Ambiguo como la fregada y yo... sin saber nadar.

Ya cuando Frí-a me cambió el nombre por "Luciana", entendí que había entrado de lleno a un planeta de raritos que, por otro lado, empezaron a caerme a toda madre. Y de este "mundo callatense", al cual me integré con retardo en la bitácora, también concluyo una dinámica muy particular: Ojo Espía nomás observa, La Thi nomás escucha y "zetzea", Nano nomás muestra axila y hace caso, Princess Janne nomás alza la cejita y rezonga, Muñoncita nomás se ríe y se ríe, y Frí-a... nomás... nomás.... bueno.

Un buen día escuché de cerca un vibrante "¡soy puta, no payasa!" y yo (atónito) no supe si tenía que responder "¡Sin pecado concebida!" o si con tales palabras me estaban mandando derechito al demonio. Me quedé tieso y perplejo (y lo que le rima), miré a mi alrededor y, de nueva cuenta, todos bien risueñotes sin que alguien me explicara la frase que tan elegantemente había entrado por mi oreja izquierda.

Hace poco, ya de noche, iba a preguntarle a Princess Janne mis últimas dudas sobre esta variante del castellano otomano, pero la criatura bostezona (bosteza bien sabroso y abriendo graaaande-grande) ya estaba empijamada, empastada, encremada, enlavada, ensabanada, encobijada y ensueñada a tal grado que... ni le muevas. En esos momentos, si tienes dudas, ya mejor mañana; si tienes calentura, ya mejor enfríate; si tienes paciencia, empieza a usarla; y si tienes insomnio, ya te llevó la shingada.

En fin, el punto es que ya voy entendiendo, ya nado en las páginas de este blog (ingeniosamente titulado Cállata) y, aunque sigo siendo renacuajo, ya empiezo a parecer rana.

Ya atrapo bichos con la lengua.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Nuevo lenguaje


Frixi, paxiva, no te paxes, lloranda, inerrima y un sinnúmero de palabras son las que un amigo ha introducido en nuestro vocabulario poco a poco y sin darnos cuenta.

Cuando una persona entra a nuestro círculo de amigos, al principio le cuesta trabajo entender algunas de nuestras conversaciones por las expresiones que utilizamos. Tal fue el caso de Babyface, quien se quedaba con cara de What cuando nos escuchaba decir: "no te paxes" o "fría me quedé". Fueron pasando los días y aumentando las comidas y el tiempo que compartía con nosotros, y, sin darse cuenta, comenzaron a formar parte de su vocabulario.

Como mamás orgullosas, cuando el Ojo Espía y yo lo escuchamos decir por primera vez "cállata" nos reímos muchísimo; había aprendido a aplicar las palabras en el momento exacto.

Si bien el significado exacto de la palabra CÁLLATA refiere a desesperación, pena o enojo, pues en el mundo común y ordinario podría ser sinónimo de cállate, pero con más potencia, en nuestro círculo es sinónimo de amistad. Todos manejamos el mismo idioma y no necesitamos explicaciones; cada que Frí-a ingresa una nueva palabra al vocabulario de los callatilés, todos la entendemos sin problema, aún los agregados culturales quienes, sin duda, ya forman parte de nuestro grupo.
Cállata resume los minutos que compartimos fumando en la terraza, las pláticas durante la comida, las líneas escritas en msn, los correos en cadena, las llamadas telefónicas, los mensajes de texto, un te quiero, te extraño, estoy cansad@, me siento mal, no quiero trabajar, gracias; resume nuestros sueños, nuestras aventuras, nuestros sentimientos, en pocas palabras, resume nuestra amistad.

lunes, 22 de febrero de 2010

Una moraleja inventada


Érase una vez una Frixi paxiva que acostumbraba malcopear con sus mejores amigos, al grado de que en varias ocasiones, tuvieron ganas de matarla.

Sus amigos soportaban sus malacopas por el gran cariño que le tenían, hasta que un día después de hacer una escenita en un antro de moda, ya en el coche de regreso del lugar, uno de ellos no pudo más.

-"Duque eres un mal amigo", decía Frixi.
-"Clara, lo que tú digas paxiva", respondió su amigo.
-"Es que tú... y entonces yo... hip... y los poppers..."

El distinguido Duque perdía poco a poco, la paciencia que había sobrevivido al descomunal ataque en el antro, pero Frixi era su amiga.

-"No te entiendo Duque... hip... no eres buen amigo"
-"¡¡¡Yaaaa Cállataaaaaa!!!"

Cuál homerun bateado por Samy Sosa, la paciencia del miembro de la realeza voló y se perdió en el horizonte mientras Frixi continuaba vociferando.

El coche se detuvo drásticamente, el rechinar de las llantas (iiiiiiiiiiiiii) se escuchó a kilómetros de distancia.

-"¡¡¡Bájata!!!", dijo en tono firme el Duque
-"Me vas a abandonar aquí, en medio de la nada, desamparada y hambrienta"
-"¡¡¡Dije, bájataaa!!!

Frixi bajó del vehículo y Duque partió sin su amiga. Minutos después, un poco más calmado, su moral y cariño lo hicieron volver a buscar a Frixi, quién caminaba en dirección opuesta a casa de Duque.

Frixi estaba lloranda, pero no era un llanto normal, lloraba ochentas y millones, estaba desolada.

Duque pidió a Frixi que regresara al auto y Frixi muy en su papel y todavía lloranda, subió al vehículo dejando ver que estaba muy molesta, pero en el fondo comprendía la molestia de su amigo.
Moraleja: La palabra Cállata puede ser usada en momentos extremos para poner un alto a una Frixi paxiva e inventada, pero se debe tener en claro que Frixi estará lloranda y trista.

Me despido con la siguiente imagen diciendo a todos ¡¡¡Cállata!!! Ya sé que la regué, pero todo se puede arreglar


Soy de lo peor



Hooola!!!

Lo sé soy de lo PEOR!!!

Pero he estado totalmente incomunicada, perdí mi celular desde el sábado y perdimos la señal en el crucero por un par de días. Mi intención era mandarles mi texto para el blog pero de verdad ha sido imposible, esto de la Luna de Miel nos lo hemos tomado muy en serio, je.

Por lo pronto no tendré cel porque una pareja de Arabia Saudita se lo llevó por equivocación en el coche que rentamos y viajarán durante un MES por Estados Unidoooooosss!! jajajajaja, y el nextel de Chris no sirve.... y ademaaas, para tener internet necesitas una buena lana, es caro y lentoooo, así que ya veré que pasa en los siguientes días....prometo comunicarme en cuanto ande por tierras mexicanas.

Les mando un abrazoteee, los extraño...desde el puerto de St. Martin: TACH

domingo, 21 de febrero de 2010

Crónica de un insomnio

El insomnio ha llegado. Siempre llega. Aturde. Se levanta como un fantasma gigante cubre con su sombra lo que toca. Hiere la pupila y desgrana pequeños miedos en el pecho. Nadie lo contiene. Con él, a veces, lloraba abrazado a una gata siamés, pero ahora es diferente.

Recurro a los libros que dormitan en un librero viejo. Hoy, recurrro a una baratija de libro "la consciencia del sí", un estúpido libro que se quedó de mi pasado, que las primeras líneas de sus párrafos dice que de niño escuchaba a sus tíos decir lo mal que era fumar, mientras yo ecendía mi cigarro para estar lúcida y leer la estupidez de una historia de auto superación personal.

Nuevamente el insomnio se apodera de mi. Espanta los sueños, lo arrasa.

Finge ser breve y se establece en mis párpados. Tiene el tamaño del pasado y del futuro. Me levanto de la cama, bebo una taza de leche, y una pastilla que hará efecto demasiado tarde cuando ya no haya partida y saber que el día siguiente sigue.... este es un lunes 15 de febrero... un día después de estar una semana con mi vida, en mi espacio que fue un 14 de febrero... que ha sido parte de mis insomnios desde los días que no estoy a su lado.

sábado, 20 de febrero de 2010

Fuckin' Valentine's day


Como un pretexto más para agarrar la fiesta, muy en mi papel, decidí salir con un grupo de amigas y amigos a celebrar el día más cursi del planeta.
La cita fue en casa de la "bride to be", Johanna, a la que llegamos con todas las ganas para emborracharnos cual niños con juguete nuevo.
Después de unos cuantos drinks, se nos ocurrió irnos de antro y creo que fue un exceso.
Llegamos al lugar en Polanco, del cual por supuesto, ya me conocen y ahora sí Povero, te creo que tengo un look de mafioso empedernido.
Toda la fuckin' noche tuve a un maldito guarro vigilando y siguiéndome los pasos para que no me faltara nada.
Por si esto no fuera poco, el chacal osaba en llamarme "patrón" y yoooooooo feliz. Por un momento, el espíritu de mi amiga la más millonaria, a la que todos quieren por su dinero, mrs. Roig, se hizo presente, jajaja.
Baile, gritos, euforia, cantos, perlas negras y demás osazos para los que yo me pinto solito, llegó la cruda realidad.
Perdí mis celulares, cartera y por si fuera poco firmé millones; además de que contraté un chofer para que me llevara a mi casa.
Ahora que escribo esto, con un crudón tamaño morirás, puedo decir que odio San Valentín, pero ah ¡cómo me divertí!.
Los quiero

viernes, 19 de febrero de 2010

Una fecha adolescente



La adolescencia va acompañada de la emoción de los días festivos del calendario, una adolescencia que puede ser tardía, temporal, circunstancial o constante. Creo que con el paso del tiempo, como todo, se transforma.

Ya no compramos paletas para los compañeros de clase, ni dejamos papelitos de amigo secreto en el trabajo; no nos ponemos celosas con alguna amiga por decirle “mejor amiga” a otra, ni nos despertamos con el nervio de esperar el momento justo o el pretexto perfecto para que te salude alguien especial.

Creo que el tiempo te da otra perspectiva; la emoción del amor o la amistad no cambia, pero las maneras de expresarla, probablemente sí.

A mis 30 años, las fechas las vivo de manera distinta, el día que llegan no estoy preparada como lo estaba en aquellos ayeres, y, ni los recaditos, ni las flores, ni paletas están listas. Ni yo…

Hoy disfruto de una buena compañía, de un día “normal”, en el que ves a la gente que quieres, le das un abrazo y, que como tú, se sorprende con un “Felicidades”, por no dejar.

De vez en cuando, así recibo también los cumpleaños, a los que llego semanas o meses más tarde con un regalito post fechado.

En mi casa, sin que nadie me enseñara, no sé cómo me convertí en la hija cursi de la familia, la que hace llorar a su abuelita con cada nota, desde pequeña.

La que con sus domingos compraba tres “bilés” rojos, horribles, de 2 pesos, para las tres mujeres; dos lapiceros, o lo más “masculino” que encontraba en el mercadito, para los hombres de mi vida. Y me despertaba temprano para dejarlos en lugares distintos, acompañados, claro, de alguna dedicatoria rosa, esperando ver las caras de felicidad. ¿Llegaban?, sí llegaban, y eso, ahora lo entiendo, era un gran regalo hecho a mí misma.

El año pasado, festejé el 14 de febrero haciendo mi mudanza, con mi mamá en la puerta de mi casa ayudándome a que nada se me olvidara, ambas contentas por ese logro compartido. Por la tarde, ya estaban mis amigos en pants, pintando a brocha gorda las paredes, tirando la primera chela en la alfombra nueva e invadiendo de creatividad y color las paredes que, días después, tuvo que arreglar un pintor con tres manos más de pintura. Una gran muestra de amor y amistad.

En esta ocasión, comí con mi familia en casa de mi madre, coincidió la fecha, no fue planeado especialmente. Ya jubilada, tras 30 años de trabajo, ella nos dejo a todos una paleta en cada lugar de la mesa, con recadito incluido en las etiquetas, ¿lo heredé y me estoy enterando?

¿Se va perdiendo la ilusión con las responsabilidades?, ¿pierde el valor y, en ocasiones, se vuelve una responsabilidad más?...
¿Será que como los niños, que dejan con el tiempo de hacer caras al comer papillas, dejamos de mostrar o de esperar? La respuesta, creo, es que somos pubertos toda la vida en secreto y que difícilmente podemos vivir sin clichés, por más que nos esforcemos en hacerlo… o en escribirlo…

jueves, 18 de febrero de 2010

Fantasía empapelada



Durante un viaje de trabajo, en un 14 de febrero… hace no mucho.

Me atendió un mesero cuyo cinturón no le sujetaba el pantalón, sino las tetillas. Parecía su brassiere de cuero. Apuntó mi orden y se marchó. En la mesa contigua, un hombre de aproximados 65 sostenía con la mano izquierda una taza de café y con la derecha una revista de mujeres semidesnudas.

Así es, sin pena alguna este individuo de la vieja escuela de las fantasías empapeladas, dedicaba no menos de 30 segundos a cada encuerada. Una mirada que recorría a detalle desde el cabello hasta los tobillos y regresaba al origen aparentemente sin quedar empalagado. Con tan parca expresión, yo no supe si estaba excitado o nostálgico. No supe si se prendía o si nomás no quería terminar de extinguirse.

De pronto, llegó la que, supuse, era su mujer, de entre 55 y 60. Se sentó, le dejó una pluma Montblanc con un moño azul sobre la mesa y, escuchando un seco "gracias" de él, tomó la canastilla de pan para cortar el hambre a migajonazos. No habló ni hizo observación alguna sobre la revista del marido.

La veterana de expresión pajarota, carne fofa, tobillos anchos y cabello rojo parecía haber sido desterrada de su propia belleza hace varios años. "Se ha dejado", diría cualquier mujer. Tan solo por sus ojos claros y porque la nariz no engorda con el tiempo, intuyo que sus facciones tuvieron éxito alguna vez.

Mientras ella embadurnaba su pan con mermelada, a él sólo le faltó tallarle mantequilla al busto perfecto de la página 23. Era una rubia que alcanzaba a verse desde mi mesa, de rasgos europeos, pompa firme y sonrisa barnizada con photoshop.

Al ver a esta pareja sin dirigirse una palabra, cualquiera pensaría que San Valentín se volvió la peste de sus febreros, pero si uno lo pretende, siempre se puede almorzar en compañía postiza, ya sea para nutrirse con pan seco o quitándose el hambre con desnudos sin sabor ni olor. Desnudos de papel, humedad seca.

En esta pareja había algo polvoriento. Levantaban el tenedor y lo metían en su boca con el chapuceo del malcomer y una indiferencia alarmante. Ya quitarse frente al otro los residuos de los dientes era síntoma inequívoco de erosión matrimonial. En la mujer está la decisión de abandonar la vanidad; en el hombre… la opción de volverse más y más silvestre.

Arbitrariamente, concluí que se habían convertido en autómatas, y que ostentaban todavía sus anillos plateados no por aquel juramento matrimonial, sino por lo gordas de sus manos. Lo primero que les implicaría un divorcio sería la amputación de uno de sus dedos...

Mientras terminaba y pedía la cuenta, me preguntaba si en lo que resta de sus vidas esta pareja se prestará servicios de compañía a media satisfacción, o si es que pactarán la jubilación por voluntad propia…

Como sea, la pérdida de la juventud a veces es una tediosa experiencia, pero ayudarse en pareja a envejecer de este modo equivale a la primera variante de una muerte asistida.

Y hay a quienes les place sumar tiempo y restar vida.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Como novia de pueblo...


Me súper arreglé, planchado perfecto, maquillaje de acuerdo a la fecha y un vestido que mostraba el resultado de largas horas en el gym y en mis clases de danza árabe (cri cri). Claro, estoy hablando de mis 19 años

Toda la mañana la había dedicado a decorar un portarretratos y a elegir la mejor fotografía para entregársela como regalo de San Valentín. A las seis de la tarde, hora en que siempre llegaba a mi casa, estaba más que lista para ir a cenar o a festejar.

Apoyo la idea de que el 14 de febrero es producto de la mercadotecnia y publicidad, sin embargo, siempre termino siendo una víctima más y ese año no fue la excepción, esperaba algún plan romántico, flores, chocolates o simplemente una tarjeta de amor, pero no, nada de eso.

Como a las seis y media me llamó para decirme que iba un poco tarde porque había mucho tráfico, lo cual me molestó, pero lo comprendí, debía ser verdad, pues si de algo no me podía quejar era de su puntualidad inglesa.

Fui a recoger a mi hermana y a su amiga a un centro comercial que está cerca de casa de mi madre. Entre sus globos, cajas de chocolates, peluches y cartitas, apenas entraron en la camioneta, y al subirse, mi hermana preguntó: “¿Qué haces aquí? ¿no deberías de estar festejando con tu novio?”, y su amiga agregó: “tonta, ¿no ves que está arreglada para ir a cenar?”. Tras esas frases me quedé callada pues suponía en qué terminaría mi Valentine´s Day y no quería hacer el ridículo o enojarme más.

Dieron las nueve de la noche y el susodicho apareció con unos tulipanes artificiales, los más feos que he visto en mi vida. Era una maceta color ladrillo que contenía un ramillete de flores que pretendían ser tulipanes púrpura, más fake que nada. Me los entregó y me preguntó "¿por qué tal arreglada?, no me digas que querías salir, hace días comentaste que odiabas que todo estuviera llenísimo este día". No lo podía creer, tarde, con un regalo de mercado que seguro mi querida Carmelita (su madre) le aconsejó comprar, y sin plan alguno. No me quedó más que sonreir y decir: "nooo, para nada, me cambié así porque tuve una comida... (IDIOTA)".

Mi 14 terminó en el sillón de la sala de televisión, yo viendo The Simpsons, su programa favorito, y él... roncando!!!! Tal como novia de pueblo, vestida y alborotada. Lo peor no fue eso, al día siguiente me despierto y en la mesa de centro veo el portaretratos que tanto trabajo me había costado decorar, lo olvidó... no cabe duda, hay cosas que no tienen precio...

Y para cerrar con mi cliché, lo que no tiene precio un 14 de febrero:
1. Que una amiga te mande un mensaje mediante el cual te confiesa un secreto que juraba tú dominabas.
2. Pasar las 24 horas del 14 con tu mejor amigo y no con tu galán.
3. Proponer escribir en el blog algo sobre el 14 y no tener ni idea de qué postear.
4. Unirte a la enorme fila de coches que van de Insurgentes a la salida de Cuerna, en espera de una habitación.
5. Recibir un corcho con fotos y mensajitos de alguien a quien no le hablas ¿verdad sis?.
6. Que tu galán te sorprenda con una caja llena de regalos, incluyendo un celular, un peluche y unos chocolates, y que tu mamá te pida que le devuelvas el paquetito.
7. Que tu pareja te regale los boletos del concierto al que mueres por ir, justo cuando pensabas cortarlo.
8. Que tu cuñado, a quien odiabas cuando no le hacía caso a tu hermana, te regale unos chocolates.
9. Despertar y dormir al lado de tu amado.
10. Cerrar un post que se titula: "14 de febrero, puto el que postee un cliché" con: Callalités y demás amigos, los adoro, gracias por su amistad.

martes, 16 de febrero de 2010

Año de crisis


Que si no hay lana, que si el desempleo, que si los recortes, tema de moda: la crisis.

Todo mundo habla de que la cosa está bien difícil, que vive en constante agonía por la incertidumbre de si lo van a correr de la chamba al día siguiente, pero eso sí, el 14 de febrero hay que comprar algo para la novia, para el amigo y para todo aquel que lo amerite.

Y es entonces cuando yo digo, con todo respeto, ¿qué le pasó a la banda?, es un día en el que todo aquello que puede ser considerado regalo, sufre de inflaciones que dejarían al mismísimo Díaz Ordaz atónito. El efecto tequila parece un juego de niños comparado con el efecto San Valentín.

Las rosas que normalmente compras en 20 varos la docena, en este especial te las dejan ir en 50 la pieza.

Me pregunto, ¿cuál es la necesidad de pagar esos precios?, ¿por qué hacerle su agosto a toda esa bola de oportunistas?, y más importante, ¿existe alguna solución? La respuesta es ¡sí!, claro que existe una solución.

Por eso, con el poder que me confiero yo mismo, me atrevo a hacer una propuesta anticrisis y antiinflación san valentinesca, no celebremos el 14 de febrero. No, no es por grinch, si quieren, podemos celebrar el 15.

O mejor aún, en lugar de comprarle a su novia rosas, chocolates o cualquier otra ingadera sujeta al alto índice de inflación, pueden regalarle una docena de rosas al mes y una caja de chocolates, y le ganan por donde lo vean; ellas serán felices más días en el año y ustedes pagan lo mismo en abonos chiquitos.

Otra opción para aquellos que sufren de una compulsión shopoholic cada Día de San Valentín es comprar cosas que no se consideran regalos. Así, si eres de esos que no pueden sobrevivir esta fecha sin comprar algo pueden recurrir a alguno de los siguientes artículos:
-Foco de 40 watts
-Comida para perro
-Lápiz bicolor
-Sillita de plástico para niño
-Kilo de huevos
-Paquete de jergas
-Flip top de cigarros
-Ring pop (para los melosos)
-Lentes de broma con bigote integrado
-Slinky
-7 metros de mecate
-Paquete de ganchos
-Caja con 3 fusibles
-3 kilos de clavos de tamaños surtidos
-Aspirinas
-Six de cerveza
-2 metros de cable coaxial

Hasta me siento mal de sugerir este último regalo, pero juro que hay gente que lo hace. Para los que se sienten excéntricos, espléndidos y disculpen la expresión, que son completamente mamadores: ¡un refrigerador de 13 pies! (es para 4 personas).

¿Me paxé con el último verdad?, bueno de todas formas, el próximo 14-02 pueden recurrir a cualquier regalo de la lista, juro que no me ofendo si me caen con un flip de Camel y un six de chelas, y si le llevan a su novia cable coaxial, mínimo instálenlo.

lunes, 15 de febrero de 2010

No toy


Callatités,

Difícilmente podría escribir algo que no sea cursi o un cliché viviendo el 14 de febrero en mi luna de miel. Estaré con ustedes la próxima semana.

Feliz Día

domingo, 14 de febrero de 2010

Sobre la boda y otros relatos


Al principio del este blog me dijeron qué día escogerás, Thi?, y la más huevona respondió el domingo. Pues sí, como dice mi estimada Frí-a y paxiva amiga qué decir de la boda de mis queridísimos Tach y Chris si ya escupieron todo el veneno en la semana. Lo único extra que les puedo decir es que me la pasé de poca con mi niño, gracias a nuestros anfitriones de ese fin: "Babyface y la Princess".


No voy a dar mi versión de cómo la Princess olvidó sus vestidos o la encontré "a-h-o-g-a-d-a" en el baño después de que su novio la estaba buscando por media hora, ni de los relatos de la inventada de nuestra amiga que literalmente le tiró el calzón a una de las DAMAS invitadas...lo bueno es que le encantan otras cosas, pero bueno.


Les voy a platicar sobre las amenazas y discusiones que tuve a raíz de este nuevo espacio de ociosidad que traen a mi vida un grupo de amigos que, pareciera, no tienen nada que hacer pero que sí hacen mucho, me consta.


Desde el lunes, escuchaba la pregunta divina, ya te diste de alta?, a la cual respondía la tan afamada frase que traigo en estos días: A QUÉ HORA?!.


El martes, me cuestionaban ya leíste mi blog?... UMTA, decían al escuchar nuevamente una respuesta negativa de mi parte.


Ah! pero la cosa no paró ahí, bajo amenazas y presiones de mi estimada ojo espía con sus lindas y sugerentes frases de "si no te das de alta o si no lees mi post no vas a fumar en la tarde", con este dilema, cambió voluntariosamente mi parecer y acepté ambas propuestas.


Con este escrito, termina así la semana del primer tema de este blog. Un espacio para demostrar su lado poeta de la vida, para hacer una descripción de un tema, criticar a los invitados y anfitriones que estuvieron en la boda, y para decir idiotez y media, como si expresarlas de frente no nos fuera suficiente.


Pero al final, creo es uno de los motivos principales de este medio de diálogo, es darnos la oportunidad de seguir añorando y conviviendo con un par de amigos que se les extraña y creímos, por momentos, ya no estarían con nosotros: Muñoncita y Rafa.



Tipo P.D. Tach y Chris: la neta, no paré de llorar en su boda. Me llenaba de emoción verlos bailar, reir e irradiar tanta felicidad entre ustedes que derramaba "ochentas" lágrimas por mi rostro, que muy en mi papel, maquillé de payasito. Los quiero muchísimo.


P.D. 2 Estoy en una Mac y no encuentro cómo escribir algunos signos, así que ni rebuznen.



sábado, 13 de febrero de 2010

La Cruda Verdad


Después de tantas versiones, ahora me toca a mi y bueno... ¡No se paxen! ¡Qué les puedo decir que no hayan dicho ya mis amados callalités!

Efectivamente la boda estuvo maravillosa. Ver a Muñoncita con ese semblante y a Crix con una gran sonrisa que le duró las 13 horas (no me imagino como despertó al siguiente día, seguro con mil arrugas, y no es albur, si de por si se ve mayorcito, jajaja) no tuvo precio.

Y fue mejor aún poder compartir con ellos este momento, el cual hicimos nuestro desde el día que le entregaron el anillo, por cierto, lo tengo que decir, de una manera muy nice a nuestra gran amiga.

A pesar de todas las dificultades, el día llegó. Desde meses antes se me advirtió que me comportara, pero después de tanta emoción, mi callaté interior explotó y salió la CALLATÁÁÁ que llevo dentro. ¡Muy en mi papel, tenía que hacer de las mías! ¿Y qué creen? Lo logré y me paxé, poquito, pero me paxé.

Ya todos los han puesto al tanto de lo inérrimo que fue; ahora me toca a mi platicarles los diferentes osazos, chismesazos, borrachazos y todo lo que termine en azos que viví en ese maratón de felicidad.

Las molestias comenzaron con la llamada que recibí en la madrugada de la inventada de "Princess Jane" que creía que era su chofirete y me pidió muy en su papel, que pasara por sus vestidaxos, obvio NO.

Por si fuera poco, al levantarme para hacer mi maleta e ir a la tintorería por mi outfit, me dicen que por los problemas de luz no me lo podían entregar (Gracias a Dios porque no quería opacar al novio, no se crean, jajaja) y bueno, me resigné a no ir tan producido.

Sin DESAYUNAR, pasé por mi acompañante Clari Focker, y nos fuimos directo a Tepoz escuchando la misma rola de reggaeton todo el camino.

Llegamos cinco minutos antes de que iniciará la ceremonia, los cuales fueron los justos para cambiarnos y apañar lugar en la iglesia, no como otros, que se fueron un día antes que dizque para llegar a la hora.

Al momento de la COMIDA yo estaba muerto de hambre, debo confesar que entre Clari y yo nos terminamos el chicharrón que pusieron para la guarnición.

Sobre advertencia no hay engaño y ahora recuerdo las palabras que Crix Miguel me dijo meses antes: "¡Antonio, te comportas o te juro que te pongo un tranquilizante en la comida!" Y ahora estoy seguro de que se salió con la suya.

Yo era el último al que le faltaba que le sirvieran la sopa, de repente llega la mesera y me quita el tazón, sin decir agua va. Al regresar, le pregunto que porqué se lo había llevado y me contesta que porque tenía un bichito. ¡Bichito, éste! Estuve observando el plato con ansia del hambre que traía y nunca vi ningún fucking bichito. ¡Da igual, decidí seguir ahogandome como de costumbre!

Al principio el cantante que el novio contrató me pareció excelente, pero debo confesar que después de cinco canciones y con la bocina atrás de mi, escuchaba sus gritos peor que los que daba Gloria Trevi en la cárcel.

Y si a eso le suman a la pareja de paparazzis que tenía enfrente que no dejaron de registrar todos nuestros movimientos (Clari y míos, obvio, jajaja) y las pláticas del anfitrión, mi muy querido y extrañado amigo Rafa "Duque de Tepoztlán", ya estaba literal, mareado.

Así, entre flashes y frases como "Oseaaaa wey este país es un fucking tercermundista, Van es lo mejor" y "No traigo pesos mexicanoooooos", entre otras anécdotas muuy largas y muy al estilo del Pirrurris pero pocho, comenzó mi camino a la perdición.

Otro dato del que reímos ochentas, fue de nuestro ex mexicano, ahora canadiense, quien desde días antes me presumió por teléfono sus nuevos lentes Ray Ban que son la "onda" en áquel país, con los cuales estuvo haciendo gala toda la noche. Ya estaba oscuro y él, seguía con ellos puestos.

Con ese look se asemejaba a Michael Jackson y no saben como nos recordó a la foto que le tomamos meses antes en el mismo lugar, en la cual, sólo se distnguía la graaaan sonrisa (esa sí la tiene maravillosa) donde lo apodamos "Whitney".

La verdad creo que sí fui el causante de que muchos entraran en caos gracias a los shots de tequila que me tomé con ellos. Como Jan, quien se perdió horas en un baño de 2 x 2 o señorita "P", quien demostró sus dotes de "baile artístico" en la pista.

Después de días, me encuentro gente que me platica cuando nos tomamos un shot y yo ni por enterado. Lo peor del caso es que con eso, vienen anécdotas como que quise besar a la mesera u otras tantas, de las que no me arrepiento. (Los que estaban ahí saben a lo que me refiero ¿Buen show, no?)

Ahora le agradezco a mi Focker que me haya llevado a dormir porque en una de esas no sé como hubiera terminado.

Ahí no terminó mi saladez, al siguiente día, Clari, Marcus, Sandra y yo nos fuimos a comer unos tacos de cecina, entramos al lugar y de repente, nos pregunta un señor: ¿De quién es una camioneta blanca, porque se acaba de estrellar?.

El idiota de yo, la estacioné en una bajadita sin ponerle el freno de mano y la mentada cosa se fue a estrellar con una barda. "Gracias a Dios", no paso a mayores, sólo se ponchó la llanta y "Gracias al Diablo", apareció tremendo chacal, quien con sus brazos de acero nos la cambió.

En fin, ahora me queda agradecerles a mis amigos por todos esos momentos tan divertidos que hemos pasado, pero sobretodo por apoyarnos en las buenas y en las malas, detalles que nos han hecho ser una gran familia, que espero crezca pronto porque me muero por cargar a una "Muñoncita" o a un "Teodorsito". LOS AMO, literalxs, jajaja

viernes, 12 de febrero de 2010

Una boda de 10


¿Del 1 al 10, cuánto te está gustando la boda?, me preguntó el novio en dos ocasiones durante la fiesta, frase común en este grupo de amigos, aunque en otro contexto: ¿del 1 al 10, qué tan pedo estás?, que sirve para “medirnos” y de cierta forma cuidarnos.

Esta experiencia inició con un mensaje de texto: “Dan, me dieron el anillo”; y con una felicidad que pocas veces sientes con noticias ajenas.

Hoy, a un año de distancia, la emoción de esta boda fue mucho mayor, fue un logro compartido y un día muy esperado. Una historia que hemos vivido juntos, desde sus inicios, cuando era un secreto, en las buenas y en las malas…

Un 2009 inesperado, difícil, que intentamos ayudar a sobrellevar y que vimos vencido con la sonrisa de Christian al entrar a la iglesia del brazo de su madre; con una sonrisa que no le conocía, una sonrisa que estoy segura que es y que fue únicamente para ese momento; seguida de la entrada radiante de Tania.

Muy en nuestro papel llegamos al coctel, en una casa en la que creció nuestra amistad, pero que estaba transformada en un jardín precioso, listo con un sol nuevo, que no estaba el 5 de diciembre, que esperó y... cumplió. Disfrutamos de la primera sorpresa, un cantante que alguna vez el novio imaginó, pero que era complicadísimo contratar; ¿un logro más? y más…

Ya estábamos todos listos, esperando la canción que no quisieron revelarnos, con toda la insistencia e intensidad que nos caracteriza, que nos puso la piel chinita, que lloramos juntos, que bailábamos todos a la vez. Ya con un nudo en la garganta, entran los papás a la pista, y el aplauso a la mamá de Christian fue honesto, unánime y lleno de amor. La mejor muestra de cariño que pudimos ofrecer como espectadores, desde nuestros lugares, sin perder el estilo "tropical formal" que exigía la invitación.

Trabajé de la mano con Tania tres años, en los que crecimos juntas, en los que fuimos siempre el apoyo de la otra, un escape, hermanas y cómplices. Muchas crónicas de bodas pasaron por nuestras manos y, ninguna, como ésta. La entrevisté, con todo y grabadora, para lograr su primer post, sabía parte de su sentir, pero aún así, debía registrarlo. Con su alegría y su mirada plena nos enseñó a todos lo más importante…

Yo, la más antitecnología, estoy segura que este blog, evidentemente el primero, ayudará a mantener el contacto con esta persona tan importante, probablemente la que mejor entiende mi trabajo, la que supo transformar la competencia en amistad, la que compartió regaños, errores y éxitos.

Cada canción la coreamos como la última, más de 13 horas de fiesta no fueron suficientes para seguir celebrando. El Lonol en las rodillas, tres días después, ayudó a alargar el recuerdo.

La adrenalina llegó con un flash back de película: “Toño, te vas a comportar”, decía uno; “Toño, vamos a poner posters tuyos en toda la boda”, agregaba otro; “Toño, para empezar tienes que llegar”..., más de 10 meses de advertencias…. Hoy te digo, amigo, “Toño, te cambiamos la sopa y, aún así, la poción falló".

Caminar por la huerta con mi buen Rafa, congelados, con lodo en los zapatos para buscarte, no tuvo precio. Horas después, saberte dormido, nos dio un relax interesante.

"No eres la mamá de los pollitos", me dijo mi jefe; creo que en tu caso, sí lo soy.

Quisimos ser los primeros y los últimos, y así fue. Quedamos seis pelados, por supuesto saltando, neteando con el D.J., y dejando las últimas lágrimas abrazados de los recién casados; grandes, grandes amigos.

Así que, Christian, te contesto: Una boda de 10.

jueves, 11 de febrero de 2010

Dulce, pero salado


Bueno, tras la visión de Nano y Princess Janne, viene la versión de los caídos.

Ignoro si pisé popo, si pasé debajo de una escalera o si un chamán me aplicó la diabolique, pero el fin de semana del magno evento fui imán de la calamidad. Aclaro: la boda en Tepoztlán fue fastuosa, pero nunca falta "el saladito del día", aquel ente que lleva una nubecita con lluvia y un relampaguito tronándole cada 5 segundos. Ese era yo.

Como bien se ha expuesto, la desgracia inició el viernes en la noche con la pandilla de enojones a quienes les latió armar un picnic en el inicio de la carretera a Cuerna. La Thi, su galán, Princess Janne e Inphi (su servidor) miramos la tempestad desde mi automóvil resumida en dos cosas colaterales a un tráfico del demonio: el descenso en la temperatura y el aumento en nuestra histeria por la falta de gasolina. Pero aún así, a 7 kilómetros de que el coche se quedara seco (apagamos el aire, dejamos de parpadear y rebasamos sabiendo que si se nos atravesaba Bambi... nos lo llevaríamos de corbata), hallamos el oasis con olor a combustible que hace felices a los irresponsables del volante. Ya bien gorditos, retornamos a la pista y atravesamos el siempre maldito Km 39, con todo y su mapache violador. Llegamos a Cuerna.

Siguiente ejemplo de mi "saladez": ni una pinchurrienta taquería, ni un carrito de jochos, mucho menos un bicicletero perdido con tacos de canasta o un bizonte malherido en Av. Diana del que nos pudiésemos alimentar. Llegamos a mi casa, abrimos la despensa y, oh Dios salve a mi hermana Lawrence, encontramos un par de bolsas de papas. Manjar de los jodidos.

De pronto... la catástrofe. Me pregunta Princess Janne muy oronda y con la cejita levantada: "¿Y mis vestidos para la boda?". Pongo cara de Chómpiras a punto de que el Botija le acomode un sorrajazo. Flashback al weekend del 16-17 de enero: Janne e In phidelio salimos muy contentitos de Galerías con 2 vestidos para que la damisela elija. Eso es planeación. Regreso al presente: "Papacito, si no los encuentras, mañana temprano vas a comprarme otro vestido" (tono de amenaza que me hace temer por mi vida). Ay sí, como si yo le pidiera cargar mi tanga de tutifruti, pero bueno. Reviso la cajuela y lo único que encuentro como accesorio para la princesita es un extinguidor rojo que poco combina con sus tacones plateados. Informo y expongo que no es mi culpa. Minutos después, con sentencia declarada, cada quien a su cuarto... y a dormir.

Sábado, 11 AM. Puntuales en Galerías Cuernavaca para desayunar y comprar el vestido de la susodicha y pagar los peinados. Objetivos logrados. Problema: demoramos mucho, entramos tarde a Tepoz y llegamos a la Misa con 27 minutos de retraso. La iglesia atiborrada, pero alcanzamos a oir los votos de los novios. Muñoncita es la mujer más feliz del orbe.

Ya para acabar... la fiesta. Nos encontramos los Callalités reunidos y planeamos nuestra primer foto colectiva. Exponemos la mejor pose ante el flashazo. Me recarga la fregada: al estimado Nano se le olvida hacer la seña de shhh que los demás SÍ hacemos (¡pedazo de mamadorsete!, ah pero eso sí, bien sonrientote) y la foto sale "no perfecta". En fin.

Después de la comida, en la que extrañamente siempre soy el último al que se le retiran los platillos, empieza el bailongo y la noche cae con cierta tranquilidad, aunque a mí, en el lanzamiento de la liga, me pisan el dedito gordo (traía chanclas) y me acomodan un codazo. Pa' rematar, cuando voy al baño, el compadre de al lado se comporta como gay closetero, asomándose de modo sospechoso a mis antípodas. Yo meto brazo y mantengo mi honor en santa secrecía. Pero me sigue cayendo sal: me toman video y yo creo que me están sacando fotos. Al final, cual runaway bride, se pierde Princess Janne, pero como en eso ya abundó la ternurita, al igual que en el tatuaje pintoresco que le hice a la puerta de mi coche, concluyo.

Decía Borges que dos y sólo dos son las obligaciones del hombre: ser justo y ser feliz. Yo agregaría que estar "salado" no es obligatorio, hacer idioteces es opcional y ser mandil es una obligación disfrazada de opción.

Eso sí, antes de irme, necesito desahogarlo: hoy más que nunca... odio, detesto y aborrezco el tequila.

miércoles, 10 de febrero de 2010

LA Odisea...


Todo iba perfecto y estaba más que preparada para el gran día, la boda de Tach y Chris. Hace dos o tres semanas dediqué un fin completo a buscar el atuendo que utilizaría para la ocasión.

Cerca de las 11 de la noche, la Thi, Gonz, Babyface y yo partimos rumbo a Cuernavaca, donde nos hospedaríamos, pero cuál va siendo nuestra sorpresa, al llegar a Tlalpan nos encontramos con un tremendo caos vial, a los vecinos de la zona se les había ocurrido hacer una manifestación por falta de luz y bloquear la salida a la carretera, por lo que me acomodé en el asiento y me dispuse a dormir.

Después de 2 horas y casi 40 minutos llegamos a nuestro destino final, cansados y muertos de hambre porque no encontramos ninguna taquería abierta. Nos sentamos a platicar, ya con maletas abajo, y fue cuando surgió mi pregunta: "Soni, ¿ese portatrajes es tuyo?" a lo que contestó "thi, es el mío". No lo podía creer ¿en dónde estaban mis vestidos? Con la esperanza de que aparecieran en el coche hice mi segunda pregunta: "Carrillo, ¿y mis vestidos?". Un poco asustado caminó rumbo al coche y tras buscar en la cajuela y en la parte trasera regresó con su típica carita de niño travieso "no, no están". Respiré profundo y me dispuse a buscar en internet qué tiendas había en Galerías Cuernavaca para correr a buscar uno en la mañana.

Cuando despertamos nos dirigimos a Galerías, desayunamos y esperamos a que abrieran las tiendas; entré a la primera que encontré, bueno, la verdad es que ya sabía a cuál dirigirme porque ahí había comprado uno de los vestidos olvidados. Después de medirme algunos modelos, elegí el rosa fiusha que me haría ver más pálida que Gasparin. La Thi y yo corrimos a dos estéticas diferentes para que nos arreglaran, mientras, los respectivos galanes se divertían tomando fotos del behind the sence.

Al fin, después de unas horas de ajetreo, salimos de la casa rumbo a la Iglesia, como el galán de la Thi es un master para ubicarse, llegamos directo, pero la misa había comenzado y la iglesia era tan pequeña que no encontramos lugar, nos tocó escuchar el "prometo serte fiel todos los días de mi vida" desde afuera, muriéndonos de calor. Después de esperar cerca de 40 minutos, salieron los novios. Tach se veía preciosa, creo que en mi vida he visto pocas novias como ella, irradiaba felicidad, y claro, Chris no se quedaba atrás.

Caminamos hacia el lugar donde sería la recepción, tomamos algunas fotos de recuerdo, sin olvidar la planeada "foto de los callalités", la cual arruinó mi queridísimo team, mejor conocido como nano.
Mientras disfrutábamos de la comida, conversamos y escuchamos al súper cantante que mencionó anteriormente nano. Al finalizar, entraron los novios muy a su estilo, saltando y sonriendo como siempre.

La fiesta comenzó y todo marchaba como debía ser, los novios abrieron pista, Tach bailó con su papá y Chris con su mamá, quien, igual que los novios, se veía preciosa. Después de eso, poco a poco nos fuimos animando a lucir nuestros mejores pasos. Yo estaba más que contenta, no sólo por ver a Muñoncita y a Chris felices y realizados, ese día era especial por algo más, Babyface y yo cumplíamos dos intensísimos meses.

Bailamos, nos reímos, brindamos, criticamos, platicamos con la novia, saltamos en la pista, algunos hicieron berrinches, otros malcopearon y hasta hubo quien hizo uno que otro desfiguro, pero nos divertimos en grande. Cerca de las 11 de la noche, mi querido Fría-a me llevó a la barra por un caballito de tequila, el cual terminó con mi noche. Ni happy ni ahogada, simplemente terminó mi noche. Me "perdí" media hora (estaba en el baño) y a mi regreso escuché una serie de reclamos que bueno, me dejaron FRÍ-AAAA. "¿En dónde estabas team?" "Te estábamos buscando por toooda la fiesta" "Me tenías preocupado" ¿A nadie se le ocurrió buscar en el baño? Sí, a la Thi, quien amablemente recogió todas mis cosas y solicitó a los caballeros que nos fuéramos a la casa.

Ahí no termina la historia, cuando anunciamos nuestra partida, unos amigos pidieron aventón, estaban hospedados en un hotel cerca del lugar donde fue la recepción. Mientras esperábamos a que el dueño del auto fuera por él, la parejita azotó en el piso. Al llegar al hotel, mi Babyface decidió llevarse un recuerdo de tan memorable boda y por qué no, le dio un rayón al coche.

Finalmente llegamos a la casa, mi querida Thi me acompañó a la recámara y se quedó conmigo hasta que caí en los brazos de Morfeo.

En resumen, la mejor boda a la que he asistido, con algunos pormenores, pero mucha emoción, amistad, alegría y diversión. Por mucho... LA boda del año!! Ahora esperamos con ansias el regreso de Muñoncita para escuchar sus aventuras de la la luna de miel. Ah, y claro, no el mejor festejo de 2 meses, pues no terminó como esperaba gracias a ese caballito tequilero, pero feliz por estar a su lado.


martes, 9 de febrero de 2010

¿Qué pasó ayer?


Muy al estilo de la película, la boda de nuestra querida Muñoncita y nuestro brother Chris Miguel, fue una sorpresa de principio a fin.

Para su servidor, la aventura inició con un acierto en la quiniela: los que se quedaron en casa de Inphi no llegaron a la misa.

Fue una ceremonia emotiva, bonita y, los niños cantando y jugando, agregaron un toque cómico.

Pasamos a la fiesta en donde nos recibieron con martinis (que sabían a pura agua), chelas y para los que no ingieren bebidas alcohólicas (sese) Tepoznieves.

La comida fue amenizada por un bro, de dos metros, que fuera de la complexión esbelta, era Barry White. Cantaba igualito.

A su lado, una niña amenizo el acto del cantante bailando y aplaudiendo, mientras lo señalaba, como enseñándole a su papá a quién pertenecía el vozarrón.

Al terminar la comida nos dieron la primera sorpresa, la mamá de Chris bailando hacía difícil imaginar lo que había pasado hace apenas dos meses.

Muchos sentían que no podía haber más sorpresas, y mucho menos de mayor magnitud… ¡error!

Horas después pudimos ver a una Frí-a besando a una compañera de trabajo, aún no terminamos de descifrar la jugada que les hicieron los astros para terminar así.

Después del amor, la emotividad y la mezcla entre sorpresa y gracia, llegó la preocupación cuando perdimos a una princesa, y minutos después el desconcierto y enojo con una malacopísima amenaza de pleito.

La noche no podía terminar sin vivir un poco de melancolía anticipada por un miembro del equipo que en estos momentos debe estar volando de regreso a su nueva aventura en el extranjero.

Lo despedimos los 8 pelados que quedábamos en la fiesta (incluidos los novios y el DJ), bailando y brincando hasta que las rodillas no dieron más.

Un día así, sólo puede tener una consecuencia lógica, un mañana de desgano, cansancio y meditación intentando resolver y reconstruir, ¿qué pasó ayer?

¡¡¡Buena boda!!! Hartas felicidades a nuestros amigos.

lunes, 8 de febrero de 2010

El inicio de un sueño... y de un blog


A las 14:37 horas del sábado 6 de febrero de 2010, Muñoncita declara (lagrimosa) sus votos a su amado Chris dentro de una pequeña Iglesia de Tepoztlán. Y ahí, la tribu completa de este nuevo blog ha atestiguado cual debe ser: callados, calladitos, todos muy monos.

Muñoncita abre el telón de una vida nueva... y de un blog. He aquí las palabras de una Callalité, por cierto, vestida de blanco:

Soñaba muchas cosas, pero esto es mejor de lo que alguna vez soñé. Cuando bailábamos me explotaba el corazón, tenía muchos nervios y me inundaban las ganas de llorar de felicidad.

Lo que hay aquí en la boda es mágico, cada parte, cada flor, el sol, el clima, la felicidad, las sonrisas, todo ha sido auténtico y eso es lo único que quería. No soñaba con casarme, soñaba con tener algo auténtico y creo que lo logré. Hoy es el día más feliz de mi vida, sé que vendrán más, pero hasta ahora es el mejor día. Así tenía que pasar, es un año después del anillo, este es el día ideal, el día en que "tenía que ser"...

Ahora siguen muchos sueños por cumplir, muchas cosas buenas, malas, pero ante todo viene el querernos realmente y tener mucha paciencia. A Christian le quiero decir que lo amo con toda mi alma, que es el amor de mi vida y nada de esto habría sucedido sin el esfuerzo de los dos. Ha valido la pena y el amor va más allá de esto.

Y a los Callalités (Princess Janne, La Thi, Ojo Espía, Frí-a, In phidelio y Nano), los quiero mucho... gracias de verdad. Es una noche inolvidable, es un sueño hecho realidad y los quiero de corazón. Quiero que sepan que esto es para toda la vida, estoy enamorada. Los quiero más allá del trabajo, más allá de todo y mil gracias por estar aquí.

Y ahora sí, hasta que la muerte de internet nos separe. Sean ustedes bienvenidos a Cállata.