jueves, 1 de julio de 2010

Matiné


Díganme mandil, me vale tres cacahuates, pero aunque hace poco me levantaba y corría directo a abrir mi laptop para hacer algunas de las cosas que ya narró hace días Princess Janne, ahora la onda es diferente.

Si bien es cierto que disfruto dormir con la generala, recientemente mi fascinación consiste en aprovechar que despierto antes que ella para verla, analizarla, observarla y volverla a mirar. Es un ritual sencillo, rápido, silencioso y, por ende, personalísimo. Como el testamento. Se hace cuando nadie se da cuenta. Y hay una sensación de futuro porque existe una noción de seguridad. Por ende, espiar al ser amado tiene su faceta testamentaria.

Lo admito, me compro alegría con billetes de oportunismo. Es cuestión de avivarme con los minutos en los que ella duerme sin saber que yo ya no lo hago. Y la observo. La nariz en calma, los ojos vencidos, la mejilla doblada por la almohada, la boca abierta (sí, así duerme), las manos en pose de fractura y las piernas descompuestas, desquitando el rigor al que ella las somete durante el día. Porque su imagen le importa tanto como lavarse los dientes o escribir con aseo.

Mi función favorita es mañanera. Mis ojos andan y saltan por ahí, y ella... ni en sueños lo imagina. Sé que la princesa me espía de noche porque a mí me derrota primero la siesta, pero a la vez sepamos que yo me repongo antes. A ella le viene todo "después". No es que sea dormilona por convicción, es que yo soy tempranero por elección. Alguien me dijo que al día se desperdician 8 horas en la hibernación del sueño. Yo lo gozo, no lo repruebo, pero también sé que me gusta estar despierto, y empezar a tirar miradas, muchas, cuantas se pueda. Y nutrir al ojo con algo que le guste.

Comenzar a diario con ella. La primera visión. La mejor de la mañana.

¿Cómo mejoro un día cuando se inicia en la cima?

12 comentarios:

  1. Bueno entonces puedes presumir que inicias tus días a tope

    ResponderEliminar
  2. Esa sí que es el mejor pretexto para no levantarse, estar con esa personita amada, no tiene precio!!!!!!!
    Te copiaré el ritual, jajajajaja

    ResponderEliminar
  3. sí, efectivamente....
    lo sabíamos desde hace años, y cada vez que tienes chance nos das oportunidad de comprobarlo
    ERES REMANDIL :P

    ResponderEliminar
  4. Cof, cof... buen comentario, Elianne!!! casi me ahogo. Haré como que no lo leí.

    Efectivamente, a mí me toca contemplarlo en la noche, mientras tonteo por la red y me arrullan sus ronquidos, es increíble ver a un adulto convertirse en bebé.

    Eso de la boca abierta no tenías porqué hacerlo público eh!!!

    Te amo con todo mi corazón, aunque haya mañanas que la función no sea tan conmovedora, más bien terrorífica :) jajaj

    ResponderEliminar
  5. jajajaja, Jane, por donde lo veas, definitivamente es una súper ventaja tener un hombre mandil al lado, así que aprovéchalo :P

    ResponderEliminar
  6. Y qué pasó con la música??? ya no la pones? pero bueno, nada supera a la princess. Felicidades!

    ResponderEliminar
  7. Jajajaja carnal, seguro que tu roncas re sabroso y mojas la almohada de baba, pero chido por SER MANDIL, JAJAJAJAJA

    ResponderEliminar
  8. SER MANDIL ES LO MEJORRRRRRRR!

    ResponderEliminar
  9. Canijo, me encanta cómo escribes cosas tan simples. Besos y sigan escribiendo

    ResponderEliminar
  10. Muy padre que le des magnitud a cosas tan cotidianas que te dan alegría. =)

    ResponderEliminar