jueves, 18 de febrero de 2010

Fantasía empapelada



Durante un viaje de trabajo, en un 14 de febrero… hace no mucho.

Me atendió un mesero cuyo cinturón no le sujetaba el pantalón, sino las tetillas. Parecía su brassiere de cuero. Apuntó mi orden y se marchó. En la mesa contigua, un hombre de aproximados 65 sostenía con la mano izquierda una taza de café y con la derecha una revista de mujeres semidesnudas.

Así es, sin pena alguna este individuo de la vieja escuela de las fantasías empapeladas, dedicaba no menos de 30 segundos a cada encuerada. Una mirada que recorría a detalle desde el cabello hasta los tobillos y regresaba al origen aparentemente sin quedar empalagado. Con tan parca expresión, yo no supe si estaba excitado o nostálgico. No supe si se prendía o si nomás no quería terminar de extinguirse.

De pronto, llegó la que, supuse, era su mujer, de entre 55 y 60. Se sentó, le dejó una pluma Montblanc con un moño azul sobre la mesa y, escuchando un seco "gracias" de él, tomó la canastilla de pan para cortar el hambre a migajonazos. No habló ni hizo observación alguna sobre la revista del marido.

La veterana de expresión pajarota, carne fofa, tobillos anchos y cabello rojo parecía haber sido desterrada de su propia belleza hace varios años. "Se ha dejado", diría cualquier mujer. Tan solo por sus ojos claros y porque la nariz no engorda con el tiempo, intuyo que sus facciones tuvieron éxito alguna vez.

Mientras ella embadurnaba su pan con mermelada, a él sólo le faltó tallarle mantequilla al busto perfecto de la página 23. Era una rubia que alcanzaba a verse desde mi mesa, de rasgos europeos, pompa firme y sonrisa barnizada con photoshop.

Al ver a esta pareja sin dirigirse una palabra, cualquiera pensaría que San Valentín se volvió la peste de sus febreros, pero si uno lo pretende, siempre se puede almorzar en compañía postiza, ya sea para nutrirse con pan seco o quitándose el hambre con desnudos sin sabor ni olor. Desnudos de papel, humedad seca.

En esta pareja había algo polvoriento. Levantaban el tenedor y lo metían en su boca con el chapuceo del malcomer y una indiferencia alarmante. Ya quitarse frente al otro los residuos de los dientes era síntoma inequívoco de erosión matrimonial. En la mujer está la decisión de abandonar la vanidad; en el hombre… la opción de volverse más y más silvestre.

Arbitrariamente, concluí que se habían convertido en autómatas, y que ostentaban todavía sus anillos plateados no por aquel juramento matrimonial, sino por lo gordas de sus manos. Lo primero que les implicaría un divorcio sería la amputación de uno de sus dedos...

Mientras terminaba y pedía la cuenta, me preguntaba si en lo que resta de sus vidas esta pareja se prestará servicios de compañía a media satisfacción, o si es que pactarán la jubilación por voluntad propia…

Como sea, la pérdida de la juventud a veces es una tediosa experiencia, pero ayudarse en pareja a envejecer de este modo equivale a la primera variante de una muerte asistida.

Y hay a quienes les place sumar tiempo y restar vida.

15 comentarios:

  1. Me pudo matar la parte de los desnudos sin sabor ni olor. Lo empapelaste excelente y te quedó exquisito el post

    Olivia

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  2. Relaciones a migajonazos... mmmmm, hay que luchar para no acabar así, y menos en los tiempos en que nos tocó vivirle.

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  3. Confirmado ¡soy tu fan! me dejaste sin palabras y mira que es difícil jajajaja

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  4. Cupantas veces te he dicho que empapeles tus relatos?

    Claud

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  5. Che viejito caldufo, qué triste seguir con una persona así, por el simple hecho de evitar la soledad.

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  6. Triste... pero suele suceder y en ocasiones no es necesario llegar a los 60 para experimentar esa soledad... muy buen post!

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  7. "pero ayudarse en pareja a envejecer de este modo equivale a la primera variante de una muerte asistida" frase lapidaria que resume el todo en esa pareja, seguramente desde hacía mucho tiempo el amor había dejado de ser parte de ellos, nunca vi a mis abuelos envejecer juntos, cuando nací él ya se había adelantado, pero el amor que mi abuela todavía le guarda y se refleja en sus recuerdos, hace desear tener algo así por mucho tiempo.

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  8. HASTA AHORITA ME DI CUENTA QUE EN TUS LENTES DICE "SHUT UP", JEJEJEJE. POCA MADRE

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  9. bueeeeeno, a lo mejor para ellos ese es el "fore play" dejar que el viejito caliente motores con la revista pa´luego entrarle al quite con su vieja :P

    en fin...ojalá que a nadie nos pase eso :'(

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  10. TriSte SiTuAcIon PeRo SuEle SuCedEr.. Lo MaS IntErEsanTe Es Tu ViStA De agUilA HaSta El NúmEro De PaGinA PuDiSTe VeR!! ConCluSiOn No Se QuE Te LLaMo MaS lA AtEnCiOn La PaRejA ReSiGnAdA O la PlaYBoY ja ja ja

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  11. cONozco VARias paREjas que TIENEN algo POLVORIEnto, como dicES.

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  12. me dio un asco impresionante leer los detalles del señor, no porque este en contra de revistas asi, viva el que la gente pueda tener un orgasmo viendolas pero q cosa mas fea para su esposa, quisiera q jamas pasara algo asi para mi, aunq no le deseo eso a andie en verdad tampoco, que horror de relacion!

    te quieroooo

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  13. EXTRAORDINARIO, DESCRIPTIVO, AGUDO, DOLOROSO.........QUE CAPACIDAD DE DESNUDAR Y MOSTRAR PERSONAJES DE LA VIDA COTIDIANA Y DE LAS ACTITUDES DE CADA DIA. Y ME SIGO PREGUNTANDO: QUE SIGUE?

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  14. Lo peor que le puede pasar a cualquiera es olvidarse de que estamos en este mundo con el unico fin de seguir en la busqueda de la felicidad y esto que describes es un claro ejemplo...

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