miércoles, 23 de junio de 2010

El tiempo pasa


Creo que es imposible recuperar el tiempo perdido, eso es lo que mi experiencia me ha demostrado.

Aún después de poco más de 15 años de vivir en México, mi padre y yo no hemos logrado recuperar ese tiempo y confianza que perdimos al estar alejados durante mi niñez, por ello, creo que los peores silencios que vivido han sido a su lado.

Hace como seis meses, se me ocurrió decirle que me invitara a comer a un restaurante que tenía poco de haberse inaugurado, pero nunca imaginé que fuera a cumplir mi caprichito, y menos pensé que la invitación fuera personal e intransferible, es decir, él y yo.

Ese día llegué temprano a casa de mi mamá. Estuvimos en comunicación por teléfono para acordar la hora en que nos veríamos, y finalmente llegó el momento, las 7 de la noche.

Me subí a su coche y el trayecto se me hizo más largo de lo que realmente fue. Silencio total, silencio incómodo.

Su profesión y el carácter de ambos no han sido favorables para entablar una buena relación y comunicación. Él sabe que ahí estaré cuando lo necesite, igual que sé que él está ahí para mí, y que, muy a nuestro modo, nos queremos sin decirlo, pero eso no elimina la incomodidad de los momentos que hemos vivido al viajar solos o sentarnos en una mesa a "convivir".

Llegamos al restaurante, y aprovechando que estábamos a punto de viajar a Japón, país que conoce a la perfección, me dediqué a hacerle preguntas sobre nuestro destino. ¿La comida será igual que ésta, papá? ¿hará mucho frío? ¿cómo decidiste irte a Japón a estudiar? y así transcurrió la noche, entre bocados y tragos semi amargos. Al momento del postre, estuve a punto de desertar, y miren que no los perdono, me sentía rara, no sabía qué más comentar, platicar...

Creo que siempre me dolerán esos años que pasamos distanciados, el no poder abrazar a mi papá como lo hace mi hermana menor o como lo hacen muchas amigas.

Sí, es mi héroe, pero por sus logros profesionales, su inteligencia y su gran capacidad para actuar fríamente ante cualquier situación; lo admiro como a nadie en el mundo, pero me encantaría admirarlo como el común de los hijos admira a su padre, no sólo por ser un gran profesionista, sino por ser un gran padre y amigo.

6 comentarios:

  1. Suele pasar que los padres son admirados por una o por otra cosa. Pocos hay a los que se les admire por un balance idóneo entre lo familiar y lo profesional. Supongo que como ese balance es muy complicado, hay que atesorar los momentos en que se den ambas cosas. Y gozarlos al máximo.

    Muy, muy profundo. Un post hecho auténticamente con el corazón.

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  2. uno de los mejores que he leído de tí, princesa

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  3. Mi papá también es mi héroe así, me gustaría disfrutarlo mas en cosas más cotidianas, el estudio, el librero, la cama, la cocina, en todo lo que parece que es "x".

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  4. Muy lindo y complicado. Disfrútalo mucho, a su manera. Es poco el tiempo que nos acompañan y protegen.

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