viernes, 11 de junio de 2010

Mañas, vicios, modas y manías



Lo que no te deja ser libre, te tiene agarrado… Después de tanto pensarle, creo que lo que más nos amarra son nuestras mañas, vicios, modas y manías.

Ponerte los zapatos que te gustan, y reventarte lo pies al grado de no poder dar un paso más es característico de las mujeres. Yo he aprendido a convertirlos en una decoración más de mi clóset, ya que tengo muchos más de los cuatro que siempre uso.

Oler mi almohada desde pequeña es, sin duda, una de mis grandes manías, la cual nació, como en muchos niños, cargando tu cobijita, bautizada como “Totó” , a todas partes. Así, le heredé la costumbre a mi hermano pequeño, hasta que mi madre, a mis 12 años, calculo, decidió que era suficiente y ambas desaparecieron por arte de magia. Así, adoptamos la adicción por la almohada, que hasta la fecha nos acompaña y que se ha convertido en tema de varias bromas en nuestro grupo de amigos. Yo, no duermo igual sin ella, y me hace falta cuando no la tengo.

Condicionar un lugar para comer, tomar un café o una chela, a sitios donde se puede
fumar, se convirtió en el día a día de los fumadores.

Los compromisos que haces y que te cuestan una vida realizarlos, son, definitivamente, mi peor pesadilla.

Dormir con la tele prendida, no poder hacerlo sin taparme al menos con una sábana, enfermarme si lo hago, hablar y reír dormida, morderme las uñas. No salir sin desayunar, tomar un vaso de leche todas las noches; después de una siesta necesitar algo dulce, odiar el calor. Acostarme sin desmaquillar, maquillarme en el coche; no bañarme un día de flojera, verme en cada reflejo, robarme todos los encendedores; obsesionarme con las cosas nuevas y desecharlas pronto; luchar contra las injusticias; buscar, exigir y procurar el perfeccionismo. El sabor a perfume en la fruta picada que preparaba mi abuelo; no perdonar la falta de lealtad; leer 47 veces el post antes de publicarlo, o no, son parte de una rutina que hace que mis días transcurran con la cotidianidad y esa "libertad" que disfrazamos de personalidad.

5 comentarios:

  1. 47 veces no es un decir, es un promedio real.

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  2. "Esa libertad que disfrazamos de personalidad"... me encantó, súper cierto. Creo que todos somos esclavos de nuestras mañas y manías.

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  3. Yo diré contra mañas, manías y cosas por el estilo: adaptabilidad. ¡Se vive taaaan relajado así! En lo personal solamente conservo las manías que me gratifican profundamente, como por ejemplo cerciorarme que nadie en mi casa pase hambre; dar el menú aunque Nano se enoje; preguntarle todos los días a todos mis hijos ¿cómo estás?; despertarme con un café recién preparado y saborearlo (no me importa levantarme antes); bañarme cuando me siento triste o enojada como un ritual para quitarme la mala vibra; corretear ardillas que se comen mis flores... en realidad lo último ya es un juego.

    La vida me ha enseñado que eres más libre mientras menos necesites y ¡hasta del café y el cigarro he tenido que prescindir! y lo mejor es que lo he logrado sin amargarme (aunque tengo que reconocer que en esos días, internada en Neurología, mendigué por una concha jajajaja).

    Al contrario de Ojo Espí@ amaba mis zapatos de tacón, que ahora también son adorno en el closet, pero por diferentes razones. Sé que no puedo utilizarlos... pero me niego a renunciar a ellos.

    Creo que las pérdidas dan su justa medida a las cosas =) ¡me pusiste a pensar Ojo Espía!

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  4. Te faltó dar un cabezazo hacia atrás cada vez que escucho a Offer y Shakira, adicción a las series de televisión, no ver películas en español, contestar llamadas... Me encanta como escribes. Love u, have fun, regresa con colorxazo

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  5. También te faltó poner que NO usas tus lentes, excepto en situaciones extremas, como manejar, jejej...y tu moda por comprar cosas rosas!

    :0)

    Diviertete mucho, DESCANSA y vayan al restaurante italiano que está sobre un acantilado, luego busco el nombre (vale la pena ver el atardecer ahí y comerte un rico Rissoto).

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