Una de las características que definen es la capacidad de beber y fumar sin consecuencias físicas al día siguiente. Sí, como lo oyen, mi primera cruda llegó después de una fiesta que terminó el sábado a las 7 de la mañana, 8 horas de voleibol bajo el sol y otra fiesta que terminó el domingo a las 4:30. Consecuencia... un poco de dolor de cabeza durante el día.
Sin embargo, mucho más doloroso e incómodo fue una cruda moral, que fue ocasionada por Juanito, yo no quería tomar... juro que sólo iba un rato con mis primos... SESE.
Fue en 2008, durante mi incursión como piloto de carreras, era el equipo con menor presupuesto en la historia del automovilismo deportivo, después de perder al patrocinador (mi señor padre), mi partner (El Carlitos) y mi jefe de mecánica (Nanielito), me convertí en el hombre equipo.
En aquellos ayeres mis primos (putativos, aunque se les quiera más que a algunos primos de a hue) tenían un oyster bar, Mulegé. Una chulada de lugar en el que una vez que se iba el último cliente, se convertía en un antro VIP para los brothers.
Desafortunadamente el lugar ya cerró, pero estoy seguro que mientras estuvo vivo, una de las labores más impresionantes fue la del buen Juanito, un mesero como pocos hemos visto, amable, atento y cuya tarea fundamental era formarte un chupe antes de que se terminara el previo.
Pues resulta que un día antes de la carrera en el legendario Autódromo Hermanos Rodríguez, decidí ir un rato... al fin no iba a chupar... SESE.
Antes de terminar de saludar ya tenía un Matus en la mesa (Ron Matusalem pa los que no saben), ni modo que desperdiciarlo... total un ron para los nervios.
Como Juanito vio que no llevaba actitud de fiestear toda la noche, se vio en la necesidad de formarme el segundo cuando no llevaba ni la mitad. Después de dos o tres, de plano llevó el pomo a la mesa.
Suena el despertador a las 9 de la mañana, todavía estoy en Mulegé... mierda, no he conseguido como llevarme el coche al autódromo... ni modo paga la grúa, adiós presupuesto para gasolina.
Corriendo a mi casa a bañarme para pedir la grúa y recoger el coche en el taller recibo una llamada de mi queridísimo tío El Nanielito.
-¿Dónde chingados estás?
-Ya voy para alla... nomás pido la grúa
-¡No mames! Te vale madres, eres un desmadre...
Y mientras tanto yo pensaba, ¿cuál es el pedo?, ahorita en chinga me baño, pido la grúa, llego al taller me llevo el coche, lo lavo en el autódromo, y si falla algo pues a ver como lo arreglo.
En ese momento no estaba particularmente preocupado, factor indispensable para que la cruda moral me golpeara de una forma tan franca.
Al llegar al taller, me di cuenta que Nanielito, que yo juraba se había dado por vencido después de haber arreglado dos motores que reventaron y salir regañado porque el coche no quedaba, había hecho un segundo intento de hacer que su servidor reaccionara y le metiera más huevos a eso de la mecánica.
El coche estaba impecable, lavado de carrocería y de motor, además, había hecho un nuevo recolector de aceite, arreglado el retrovisor que estaba medio jodido, fijado el escape que antes bailaba cual Niurka, ... no seas pendejooouuu, y tú cabrón de peda con tus primos en Mulegé, llegando a las 12 al taller.
Nanielito tenía razón, me paxé.
Debo confesar que estoy eternamente agradecido por la paciencia de mi tío, si yo hubiera estado en su lugar, le hubiera reventado al sobrino desmadroso una patada en los merititos gumaros.
Como dije, una cruda moral que fue más dolorosa y molesta que cualquier cruda física de alcohol y cigarro.
¿Increíble que la amabilidad nos dé cruda verdad? En tu descargo, si lo piensas te utilizaron para tener a alguien corriendo... y te fuiste con la finta (al permitir la pérdida del patrocinador). Así que este post está entre la cruda y la falta de asertividad, eso digo yo. De cualquier manera le agradezco al tío: te dio una lección importante en una época que andabas perdiendo el piso.
ResponderEliminarMuñoncita coincide en que las crudas morales son las peores :0(
ResponderEliminarLa sensación de culpa de la cruda moral es horrible, pero con el tiempo se olvida, jajajja.
ResponderEliminarTambién coincido....
ResponderEliminarSaludos, soy su fan.