lunes, 22 de marzo de 2010

Hangover en el D.F.


Era un viernes común y corriente. Muñoncita pasó un día tranquilo en Tepoztlán con su mamá y su hermana. Antes de regresar a la Ciudad le marcó a su adorado Chrix, quien le dijo que iría a comer con un amigo.

Todo sonaba normal, aunque el hecho de saber el nombre del amigo me hizo sospechar que Chris no terminaría tan sobrio que digamos.

Le marqué llegando a la Ciudad y ¡oh sorpresa!, él ya estaba eufórico, traía toda la actitud e insistía que lo acompañara.
Decidí ir un rato y así, de paso, evitaba que manejara (además, pequeño detalle, él llevaba el coche de mi suegra).

Me arreglé para un viernes “casual”, mi mamá me dio un aventón al restaurante y antes de bajar me dijo las palabras mágicas: “con mucho cuidado”.

El lugar estaba a reventar. Cuando llegué con el gerente le dije que venía “a la mesa de”, todavía ni decía el nombre y él ya sabía de quién se trataba. Al fondo me llamó la atención una mesa muy animada, la reconocí de inmediato.

Es ahí cuando la noche comenzó a correr en cámara rápida.

Una mesa para dos se convirtió en una para 15. Shots de perlas negras llegaban cada 20 minutos (recuerdo haberme tomado 3, después perdí la cuenta), risas, netas, pláticas sin chiste, nuevas amistades, abrazos, confesiones…..

Lo que comenzó como una comida terminó en un antro cerca de ahí. No me pregunten cómo llegamos. Nos contaron que Chris autorizó que yo manejara, frixi me quedé.

Siguiente escena: estábamos bailando, brindando, tomando fotos (¡que no quiero ni ver!) y yo sirviendo un chupe “a medias”, mitad lo servía en el vaso y mitad lo tiraba en el pisooooo, ya se imaginarán el siguiente flashback: caída tras caída (claro, con estilo) ¡sese! Y Chrix hablando en alemán étnico sentado en un sillón. ¿Por qué fuimos de antro?….pura necedad, de plano esta vez ninguno cooperaba.

Total, no sé quién de los dos razonó primero para irnos. Logramos bajar por las escaleras eléctricas y me acordé que traía el boleto del estacionamiento. Así que para buscarlo me senté en una jardinera, saqué los tesoros de mi bolso, uno por uno, hoooras. Todo para decir: “no está, lo perdí”…bueno, según yo, porque a los tres días apareció en la bolsa!!!

Chris le dio una lana a los del valet y mientras les explicaba la situación se sostenía de un barandal, cual koala en su árbol.

Acto siguiente me dio las llaves para que el “más sobrio” manejara. Muñoncita, muy en su papel, no dudó un segundo en demostrar lo “responsable” que era. Así que tomó firmemente el volante con sus dos manitas, revisó los espejos y checó que su copiloto trajera puesto el cinturón de seguridad.

En eso, Chris me preguntó: “¿Amorrrr, puedesssss manejarrrrr?

A lo que respondí: “Claroouux”, hice una pausa y dije, “el únicoooouu problema es que….. ¡¡¡¡veo dobbbleee!!!!!”

Y él contestó: “Perfecto, vámonossssss”.

¿Cómo terminó la noche? Esa es otra historia, ¿verdad amor?, lo único que les puedo decir es que mi hermana creyó que estábamos subiendo un COLCHÓN a las 5 de la mañana!!!!!


P,D, Soni, pensaré seriamente en tu petición….

7 comentarios:

  1. No, bueno, felices de la vida, entre La Thi y Muñoncita ya andan traficando días. A ver, reinas, les aclaro que para hacer su cambalache necesitan el voto de apoyo de al menos 4 Callalités. ¿Sale?

    Mientras eso pasa, Muñoncita, te encargo el día más de hueva y a ti, Thi, te encargo el día de más hueva.

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  2. ¡Me aterran chamacos! nada más de pensar que andan así por las calles... bueno ya mejor me callo. Yo ando así por las calles ¡y sin haber bebido! aunque Nano insiste en que confiese que tengo mi anforita en el buró =( me gustaría que así fuera.

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  3. jajajajaj sí he!! déjen de pretender cambiar de días!!! Me encantó el post, había escuchado la historia, pero leerla creo que fue más divertido!

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  4. Lo mejor es: "¿¿¿Cris le dio una lana al del valet???" De plano este blog sólo nos está quemando, más, en sociedad, jajjaja

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  5. Lo único que le faltó decir a tu hermana fue que el colchón estaba pedo.
    Voto en contra del cambio de días, eso implica rediseñar las etiquetas y es algo sumamente complicado cuando en lugar de Fotocho usas el Peint.

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  6. A ver, a ver, cuando uno pierde el boleto de estacionamiento simplemente paga su multa, eso es lo que hizo, sólo que no sabemos cuánto fue!!! jajajajaj Creo que la única que se terminó quemando aquí fui yo!!! FRIXI....
    :0)
    Soni, conste que lo intenté, pero la votación fue en contra!

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  7. Ahhhh no, ahora nos cuentas como terminó la noche

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