viernes, 30 de abril de 2010
Un crush inevitable
Una impresión paternalista es, a los 20 años, inevitable; al menos, en mi caso.
Una década después, me es más fácil entender que la figura de un maestro impacta por muchas razones: conocimiento, poder, carisma y, por qué no, el sex appeal de los hombres de 40.
Así, amaba entrar a mis clases de psicología, en las que –casualmente- me volví muy buena. Sin algún interés en particular, leía y pretendía entender a Freud mejor que nadie.
Como todo a esa edad, y diría que en algunos casos hasta la actual, desapareció pronto.
Le siguió una nueva atracción fugaz por el gerente de una cadena restaurantera, y esta etapa de adolescencia tardía concluyó con un enamoramiento por mi profesor de teatro, un gran pilar en mi vida.
Un subibaja de emociones me hizo leer a Moliere, Shakespeare, tragedias griegas, escribir un monólogo y vencer todos mis miedos en un escenario de un metro por un metro.
Esta experiencia me sacó de un mundo de burbuja que no sé de dónde había creado, hice grandes amigos, mucho más afines en gustos, temas y planes, con quienes supe lo que es un shock nervioso de café, tras 20 tazas diarias de plática.
Me metí en problemas, crecí y aprendí, y todo… en la época que “40 y 20”, del muy querido y entrañable José José, amenizaba las fiestas preparatorianas hasta el amanecer.
¿Habrán perdido ese sex appeal, ya no tienen la emoción del amor prohibido, dejaron de darnos clases o, simplemente, será… que cada vez nos llevamos menos años?
Bueno... he de aceptar que mis "crushes" cuarentones no han desaparecido del todo; pero, se han modificado a Jack Bauer, Dr. House, Mc Dreamy y el inigualable Javier Bardem, todos con algo en común: esta misma personalidad de superhéroes.
jueves, 29 de abril de 2010
Aposté 20, saqué 40
Ella me ha implorado en 40 ocasiones que apague las luces del pasillo, pero en 20 mi cola ha estado muy larga.
Ella me ha solicitado 40 veces que ponga seguro a la puerta y sólo en 20 lo he cumplido (un día de plano dejé la puerta sin cerrojo, pero los ladrones, por fortuna, estaban pajareando).
Ella me ha dicho 40 veces que desayune, y sólo en 20 mañanas habré ingerido alimento.
Ella me ha instado 40 veces a que coloque las gomas debajo de las puertas para evitar que con el viento se azoten, y en una veintena de ocasiones se ha escuchado el trancazo gracias a mi valemadrismo.
Ella me ha pedido en 40 momentos que deje de usar Internet en las noches y seguro en al menos 20 me he quedado de metiche en la red.
Ella me ha solicitado en 40 ocasiones, y de la manera más atenta, que desconecte los aparatos eléctricos una vez que deje de utilizarlos, y sólo en 20 he sido responsable.
Lo sé. Bien sé que no he cumplido con un sinnúmero de procedimientos que propicien el buen vivir y el modo sano de convivencia en pareja, pero lo que sí sé es que... de una relación a la que ambos le apostamos 20 de inicio, hemos sacado 40.
Hoy, que estoy más cercano a mis 40 que a mis 20, no he entendido que debo cerrar las ventanas, pero sí he aprendido a abrir el alma.
Y eso, estando con esta princesa, me sabe mejor. Me hace pensar que... he salido ganando.
miércoles, 28 de abril de 2010
Cinco minutos
Utilizaré este espacio para narrar la historia de una amiga, cuyo nombre no revelaré, pero ella misma se encargará de hacerlo, lo juro.
Durante nuestra etapa universitaria, Susanita y yo nos hicimos muy buenas amigas, tanto, que prácticamente vivimos juntas los 4 años de la carrera. Sí, juntas, pero no revueltas, cada quien habitaba su casa, pero compartíamos más de 24 horas al día. ¿Cómo? ni yo misma lo sé.
Nuestra relación era tan cercana y fuerte que a nuestros respectivos galanes no les quedó otro remedio que hacerse amigos. Todos los fines de semana procurábamos salir en parejitas, muy disparejas. No es necesario decir que, por obvias razones, ambos noviazgos se desintegraban muy seguido, y la pareja "viva" tenía que fungir como salvador del integrante huérfano y adoptarlo el fin de semana. Era una regla no escrita.
En una ocasión, Susanita tronó con su novio, y a los días, en una reunión, conoció a un tipo . "Es súper chistoso, huele delicioso, tiene tema de conversación, es amigo de mi tía. No, no me hagas esa cara, Janett, no es casado", fue lo primero que escuché del susodicho. "De verdad, tienes que conocerlo, te va a caer muy bien; además, es comediante y muy conocido". Nada peor que esa última frase, ¿de un brujo había pasado a un bufón?
Con la delicadeza que me caracteriza al hablar (se, se) le dije: "Susana, neta, tengo que conocerlo yaaaa; dime cómo se llama". Obviamente, como gran ilusa que es y sin imaginar lo que yo haría, me reveló el nombre del wannabe boyfriend. Obviooo, procedí a googlearlo, pero tal como lo imaginaba, no encontré nada.
Pasaron un par de días, llegó el fin de semana y con él la llamada de Susana "¿Qué onda? ¿cuál es el plan?", preguntó. "No séeeee, déjame hablarle a aquel y te aviso", respondí. "No, no es necesario, ya le llamé, dice que lo que queramos ¿podemos ir a un bar que está en insurgentes para escuchar cantar a Alex (el bufón)?
Obviamente, no podía dejar pasar la oportunidad y acepté. Llegamos al baresucho, el cual estaba vacío, nos sentamos, pedimos unos tragos coquetos y esperamos a que el dichoso Alex hiciera su aparición. Mientras el wannabe salía, nos fletamos a un chavito que no cantaba tan mal. Pasó una hora y llegó el momento esperado, apareció el tal Alex.
Buenoooooo, cómo decirles... real, no puedo describir mi reacción ni la de mi acompañante, quien se sentía el papá de Susanita. "Susana, estás jugando ¿verdad?", dije. "No, wey, neta, velo bien y cállate que viene hacia acá", expresó, al tiempo que le sonreía al tipo pelón y barrigón que caminaba derechito a nuestra mesa.
"Hola, qué gusto", nos dijo. Yo seguía atónita, pero puse mi mejor cara, lo observé de arriba a abajo y le sonreí. Nos saludó, nos presentó a quien hace varios años caracterizaba a la secretaria del Doctor Cándido Pérez, la sentó junto a nosotros y desapareció, "tenía que prepararse".
Con ustedes.... AAAALEEEXXXXX. Cantó un par de canciones, ya no recuerdo si lo hizo bien o mal, y arrancó con una ronda de chistes. Me considero mala, malísima para contar chistes, pero este hombre me superó, y por mucho. Al finalizar su numerito, el Don se acercó a nuestra mesa, se volvió a presentar (signos de la edad) y se sentó.
Mis miradas decían más que miiill palabras que pudieron haber salido de mi boca. Era un cuarentón, 45 para ser exacta (aunque Susanita quiso hacerle una rebajita para que no me asustara) súper barrigón, pelón y ceroooo guapo. No sé por qué mi amiga sentía una especial atracción por los regordetes sin chiste y que se sienten el alma de la fiesta.
Cuando anunciamos el momento de nuestra partida, el señor nos acompañó al auto, pero antes de llegar, cuando vio que yo estaba distraída, le plantó un beso a Susana. WAAAAACAAALAAAA. En mi cabeza, eso equivalía a besar a cualquier amigo de mi papá.
Nos subimos al coche en silencio, y tras unos minutos, se escucharon las risas "Neta, te excediste", dije. "Ya, de aquí no pasa, ya lo vi bien y ni al caso", expresó.
Como era de esperarse, a los días Susanita y el cuarentón volvieron a verse, pero en casa del panzón. Sobra decir las diferencias que mi amiga encontró entre un chicuelo de 20 años y un señor posicionado en los 40s. En ciertos aspectos la edad puede no importar, pero hay otros en que el numerito lo es todo.
Tras disfrutar de una cena, se fueron a la cama, y cinco, cinco fueron los minutos que Don Alex duró en el acto sexual. Se disculpó mil veces con Susanita, argumentando que lo sucedido había sido por causa de una hernia, que a los días lo iban a operar y que mejor se alejaría porque no quería causarle problemas en su vida.
Desde entonces, a mi querida amiga no le quedaron ganas de volver a "interpretar" la gran y conocidísima canción de José José, "Cuarenta y veinte", y el "cinco minutos" desapareció de nuestra historia.
martes, 27 de abril de 2010
Su mamá
Sería una completa descortesía no dedicarle el post… o a su mamá.
No, no es lo que están pensando, volvemos a la bola de malpensados como en un post anterior de Inphi. Lo que les voy a relatar está quizás inspirado por el estado post desvelo que a todos nos ha hecho pensar ¿en qué estaba pensando?
Y es precisamente ese desvelo, lo que me inspiró a escribir unas líneas de la señora madre de mi amigo.
Aclaro que no me he desvelado en una fiesta con la señora Verito, y tampoco es una historia de un amor platónico, simplemente es una serie de hechos científicos.
Doña Verito, chulada de mujer, en su vida se ha trasnochado, embriagado, nunca ha fumado y siempre ha sido tan activa, que marea a quien esté cerca de ella, no para.
¿Y qué tiene que ver esto con 40 y 20? Muy sencillo. Banda, si quieren llegar a los cuarenta y aparentar veinte, tomen la experiencia que les comparto.
No necesitan cremas con valor en el mercado de “one kawhillion-millilion dollars”, no necesitan visitas al spa más caro, definitivamente no necesitan ponerse pepinos en los ojos, lo que necesitan es no desvelarse, no fumar, no beber, y muy probablemente un factor genético.
Todo aquel que conoce a Doña Verito tiene la misma impresión, no es posible que se vea tan joven.
Pues me despido diciendo, ya no le inviertan a esas cremas y tratamientos, si quieren verse bien, pórtense bien… que bueno que no me quiero ver bien.
lunes, 26 de abril de 2010
WHAT the…
40 y 20 = 60
60 segundos: nombre de una película gringa.
60 minutos (efectivos): dice Chris que es lo que dura un juego de futbol americano. Tons no entiendo por qué pasa 3 horas viendo el mismo partido!!! 60 minutos: es el tiempo que hicimos el domingo del aeropuerto al depa.
60 X 2 = 120 minutos: la diferencia de horario entre Hermosillo y el D.F.
40: la edad que tendrá mi hermano a finales de este año.
20 pesos: lo que cuesta 1 euro
40 pesos: lo que me cuesta llevar el saco de Chris a la tintorería.
20 pesos: lo que me cuesta el pantalón!!!!
Y cómo no mencionar la famosa canción de Joseph Joseph que dice más o menos así:
“Mentiras son todas mentiras;
Cosas que dice la gente;
Decir que este amor es prohibido;
Que tengo 40 y tu 20”.
OK…Llevo 40 horas sin dormir bien, no tenía los temas a la mano y llevo ¡¡20 minutos sin poder escribir!!
Supongo que mi ratón interno está en el quinto sueño o talvez pensando en la inmortalidad del cangrejo o quizá tratando de digerir semejante festín que nos aventamos en estos días.
Venimos regresando de un fin de semana lleno de celebraciones para la Arline, mi cuasihermanita, y su ahora marido, el Humberto.
Y buenooouuu para que les dé un poquito de envidia les cuento que experimentamos varias delicias culinarias, entre ellas las famosas coyotas, qué brutooooo: de piloncillo, jamoncillo, cajeta…¡uff!, simplemente una delicia.
Quién hubiera imaginado que el sábado nos esperaba una deloiciosa mariscada en la tornaboda: callito de hacha, coctelito de camarón, pulpo; cebiche de lo que quieras, con limoncito, cebollita, salsita….otro ¡uff!
Las espectaculares tortillas de harina hechas a mano (grandes, pequeñitas, delgaditas, regordetas), los burritos de machaca, los frijolitos refritos, el guacamolito….las chelitas, los tequilaksos…no por nada subí como 3 kilos, jajaja…
Pero eso no es todo, me HIPNOTIZARON los cortes de carne sonorense: cabrería, arrachera, costillas, rib eye…. ¡ellos sí que saben cómo comer y preparar carne al asador! Creo que ya nada será igual para mí.
¿A poco no se antoja? ¿Ahora entienden por qué no puedo pensar en otra cosa?
Y lo mejor: nos trataron como reyes, conocimos a gente de lujo y además de gran calidez humana.
We’ll be back….
Atte: “el pinshe shilango” y la “shilanguita” (amamos ntros. apodos, jaja)
Y ¡¡ ajúa, arriba el Norte!! (sino vean el mapa)
domingo, 25 de abril de 2010
Love Me Do!
Estábamos a dos de no asistir a tan magno evento. Zarpábamos rumbo a la tierra de los parachutes, de los pescados a la talla y de la yoli para festejar el 19 de abril, osea el cumple de mi amado con copas brindando a la orilla del mar...pero no sucedió, tuvimos que posporner una semana nuestro viaje y a mi amor no le quedó de otra que festejar su cumple en casa.
Sin embargo, en aquel momento de desolación hubo una muy buena opción de plan el sábado, por qué no, asistir a la fiesta de nuestro estimado Luis. A todosssssss nos dio un poco de martirio saber que el dress code de esta celebración era con disfraces, pero bueno, que fuéramos de hippies, nos dio un respiro al saber que una vuelta a Coyo nos daba los atuendos.
Quería llegar con un par de girasoles como regalo para el cumpleañero, pero se nos atravesó una botella de vodka y creo que dimos en el clavo al ver las caritas de felicidad del Babyface y la Princess que ya pueden empezar a abrir la reserva de chupes de 50 grados de alcohol.
Debo confesar que estuve muy recatada, mi preocupación de llegar a la chamba al siguiente día me impedía debrayar, pero bueno...fuera de eso todo estuvo de 9.
Sólo me quejo de una cosa, en el playlist hippie me hubiera gustado escuchar..."Love, love me do, you know I love you, I'll always be true, so please, love me do...whoooa, love me do", pero bueno le hacemos caso a los que tuvieron su adolescencia más próxima a esa estapa, o sea Luis y Gonzalo jajajajajaja.
Algo que se quedará para siempre en mis recuerdos es escuchar cierta vocecita decir: no me quedaba duda que ustedes sí nos acompañarían y qué decir de eso si fuimos los que llegamos casi a decorar con los anfitriones, muchas felicidades de nuevo Señor Luis...por cierto, nos debemos un 19 de abril para celebrar juntos eh? Las coindicencias no pasan por algo.
Ahora sí, a sacar los flotis... y a co... y a chupar que el mundo se va acabar!!!
viernes, 23 de abril de 2010
¿De - qué - te - vas - a - disfrazar?
Todo empezó un par de meses atrás en nuestras primeras comidas juntos, en las que nos enteramos que los cumpleaños del buen Inphi eran siempre temáticos, que no podríamos faltar y que el código de vestimenta no era opcional.
Yo me relajé al enterarme que en esta ocasión sería algo no tan complicado como “hippie”. Comenzaron las discusiones y las nuevas propuestas, todas, rechazadas, algunas amenazas de no asistir, claro, sin que el chantaje funcionara; bueno, sólo el de Frí-a, pero esa apuesta era fácil de ganar.
Al no ser una gran fan de las fiestas de disfraces, de hecho, no recuerdo la última a la que asistí, me costó un poco de trabajo mentalizarme, y después darme cuenta de que el concepto de “hippies”, lo teníamos más que difuso y distorsionado.
Habíamos pandros, fresas, gitanos, setenteros, ochenteros, droggies, entre otros personajes indescriptibles, pero de que le echamos ganitas, le echamos ganitas. Todo, por no fallarle al anfitrión.
Llegamos justo a tiempo para no escuchar el play list de la primera hora, del cual estábamos más que enterados. Buena elección, pero no contemplamos que eso significaba realizar una entrada triunfal con 30 personas sentadas en círculo esperando el momento en que alguien más tocara el timbre para poderse reír de su fallido intento. Y así fue, primero un tremendo susto cuando nos abre la puerta Laura León sin playera y de 2 metros. Al ver a tremendo recepcionista, sentí que todo nuestro esfuerzo por ir ad hoc se venía al suelo.
En realidad no había entendido un carajo el concepto, jajaja. Pero echando un ojo a los demás, regresé a pensar que sí podíamos pasar como invitados a dicha fiesta… hasta que se escucha a lo lejos “Noooo buenooooo llegó el representante de Surinam y la Gipsy King”. No es necesario que les diga de quién fue tal bienvenida. Aquí entendí porqué le encanta transformar y transformarse cada 19 de abril.
Con un té en la mano toda la noche, disfruté de la reunión a la que fui más cómoda que nunca –casi en pijama-, y eso sí, con florecitas en los tenis, como me asesoró el festejado.
No todo terminó ahí… No contaba con que al regresar a mi depa, estaría mi roomie tomando una chela con una amiga que no conocía. Al ver la cara de “what” de aquella visita, en aquella incomodidad de no saber cómo saludarme, mis primeras palabras fueron “Vengo de una fiesta de disfraces y mucho gusto”. Horas de sana diversión para ellas… Incluso, me pidieron tomarse una foto conmigo.
Y para terminar, me quedo con una última pregunta, ¿y el tan esperado ‘hippie cake’ que daría tema a este post?...
jueves, 22 de abril de 2010
A todos y cada uno
Intro: Son las 00:05 del 19 de abril de 2010. Tengo la mirada perdida y los ojos rojos. Me siento en extremo emocionado y conmovido. Acabo de cenar con Princess Janne entre rosas y manjares preparados por la súper chef Fer (mi cuñada) y el siempre magnánimo Rorro. Ahora, han llegado al depa mi suegraza y el buen Jorge, guitarra en mano para echar un palomazo. La culpable de mis sonrisas (hoy más que nunca) nos ha llevado al cuarto de TV a ver un Dvd que, como ella misma dice, le ha costado sangre. Y cada rostro que va pasando es un vívido recuerdo...
Mou: Siempre mi hermano. No sé, pero no me sorprendió que fueras a Piccadilly a desearme un feliz cumpleaños. No lo olvido: aquella tarde de sábado me llevaste de comer, cuando yo no podía ni estar despierto.
Gabs: Bien lo dices, más que mi amiga, mi hermana. Desde el 9 de agosto de 1993 te conozco y hoy puedo decir que varias de esas arrugas que pintamos ambos, son mi culpa. Muchas pláticas, mucho apoyo y mucho cariño. Eres mi hermana por elección.
Luisma: Terrible el pumita que aparece en el video, pero muy significativo el mensaje. Hace no mucho platicábamos de lo difícil de un momento, pero hoy te veo rehecho y eso es lo que la vida regala: un amanecer repentino cuando uno ve lo más oscuro de la noche.
Tats: Se te ve el rostro diferente y ahora entiendo el motivo. Más allá de que bailemos "17 años" como nadie, te pido nunca pierdas esa sonrisota. Eres entusiasmo y una gran amiga.
Vess: Padrino del alma. El abrazo que nos dimos el sábado es el resumen de lo que he encontrado en ti desde hace años. Una amistad sincera. No, no olvido las pachangas en el Worka, pero créeme, ya me reformé. Un abrazote.
Ceci: Cariño y aversión hacen una combinación perfecta, jaja. Hace no mucho fuimos a ver a The Killers, y lo recuerdo como el momento en que realmente gozamos la amistad "pura" que hemos labrado a lo largo del tiempo. Sabes que te adoro.
Diego: Independientemente de su mensaje caldufo (si así se mueven, qué pena me dan), eres un gran tipo. Cuida mucho a mi amiga y cambia de equipo, pinche naco.
Frí-a: ¿Qué fregados hacías en mi lugar de la chamba, pedazo de...? Pese al poco tiempo, es mucho el agradecimiento por el amigo que eres. De pronto, el más gritón del grupo me cayó de huevos. Sigue así, hermano.
Muñoncita: Se ven re cagados en el video. En fin. También, pese al poco tiempo, agradezco enormemente tus palabras y la sinceridad en el afecto que me has mostrado. Espero hayan terminado ya la mudanza.
Chris: Por supuesto que tengo el balón del Ave glorioso. Hace no mucho nos topamos y platicamos de nuestros "momentos duros". Hoy te veo pleno y sonriendo. De esas actitudes se aprende, hermano. Te admiro.
Nano: Sabes que nuestra amistad, sin estupideces de por medio, no sería nada. Te quiero, cerebro del blog, y no olvido que ahí estuviste, en el negro septiembre pasado. CH. L. H.
Ojo Espía: Gracias por haber permanecido más tiempo en aquella fiesta de Lázaro. Sin ello, no habría conocido a la calzonuda. Es un hecho.
Thi: Doña Sonia: cada vez que voy en el carro y ponen la naquísima rola que nos dedicaste a Jane y a mí, experimento esa sensación del placer culpable. Da pena, pero causa sonrisas. Gracias por todo.
Gonzo: Gran idea del video del noticiario. Me cuentan que fue en tu depa o algo así. Graxxxx.
Sor Elianne: Ni monotasking ni argentino. Simplemente uno no puede, ni debe, luchar contra su encanto. Agradecimiento por los muchos regaños que me has dedicado.
Luis Hiram: El buen tocayo, como siempre, bien ocurrente. Un enorme abrazo.
Fer: Para la mejor cena, la mejor chef. Te volaste la barda y, para entrar en materia, el filete pimienta y el postre estuvieron soberbios. Gracias... totales.
Rorro: El mejor pinche. Te luciste junto a tu novia, y vaya detallazo que lo hicieran en el día en que cumplían 6 meses. "Un gran fuerte abrazo".
Edgar: Mi buen cuñado. Penosón, pero enfrentando a la cámara como se debe. Está de sobra decir que cuentas conmigo para cualquier mal consejo de vida, mujeres o música. Ahí sí que nos entendemos.
Princess Grandma: El origen de las princesas no podía ser mejor. Supongo que por algo pude reconocerla en el Aeropuerto sin demasiadas pistas. Un privilegio platicar con usted.
Raúl: Uno de los momentos estelares del video. La autora del mismo sabrá cómo le hizo para contactarte. 20 años se dice fácil, pero un reencuentro así, con mi hermano de la infancia, es de oro.
Paul: Amigo incondicional desde aquella quemadota de loe jeans en plena clase de mate. Y siempre pintoresco. No cambias, hermano, y siempre siempre fuerza V-Boys. U know.
Lawrence: Vaya numerito con Maruca. Buenísimo. Sabes que no pude tener mejor hermana. Y pese a mis bromas pesadotas, siempre pido por ti, por tu bienestar y tu felicidad. Nunca dejarás de ser una luz en mi vida (aunque seas oscura, jaja). Te amo.
Maru: Me da gusto que no las hayan asaltado en la calle. Yo me imaginé que mandarían algo cantando en el Ilcanto. Ya ves que se nos da. Los años pasan y eres mi mejor sisteramiga. Te abrazo desde acá.
Chanfle II: Ah, no, bueeeeno. No sé, pero no me sorprende que hayas puesto a medio Starbucks a cantar. Otro de mis grandes cómplices de los tiempos recientes.
Alex: A mí también me cuesta mucho decirlo y se me facilita más expresar escribiendo. La vida tiene muchas cosas: vívela al máximo, no te pongas límites y jamás olvides que ahí estaré para levantarte, para aplaudirte y para abrazarte.
Mom: La verdad, me sacaste lágrimas. Sé que lo hiciste a la primera toma y ello derivó en las palabras más bonitas que me has dedicado, madre. Te brillaban los ojos verdes que no te heredé. Eres mi gran bendición.
Laura: Mi gran tía. Una cosa elegantísima grabar en Médicar Sur, pero como es un lugar que conocemos de años, no me sorprende. Mil gracias por tus palabras y por siempre estar ahí.
Reni: Hermosísima enana (bueno, en breve me pasarás). Sé que soy tu tío jodón, pero detrás de las bromas, hay un amor más grande. Siempre estaré para ti y para ahuyentarte a los galanes.
Caro: Siempre presente, mi primaza. Espero que en breve me des la noticia de que ya te casas. Siento que me estás ocultando algo. Love ya.
Mon: Conservarte a mi lado, saberte cerca, escuchar tu consejo de papá y poder decirte que mi amor por ti es infinito es decir poco. Siempre, a diario, le agradezco a Dios el padre que me dio. Recuerda: los leones siempre vuelven al gran león.
Cielitolito: Muy particular el modo en que hemos construido esta relación de cariño. Hoy es más sólida que nunca y agradezco que estés siempre ahí, con el consejo objetivo y justo. Tu templanza ayuda como no tienes idea.
Leonel: Siempre he de agradecerte el que hayas nacido el 5 de diciembre. Janett tiene en ti a un gran tipo y empiezo a entender los motivos por los que siempre te coloca en alta estima. Un abrazo.
Mafer: Ciertamente, amor y paz. Y sí, no tengas duda en que nos seguiremos conociendo. Mucho por delante.
Inge: Tremebunda sorpresa de mi bienamado jefe. Nunca pierde el estilo. Su mejor sello.
Y, por supuesto, Janett: Días y noches te vi misteriosamente metida en tu computadora, quitando, probando, escuchando, peleándote con el programa de edición, yendo y viniendo, desvelada y madrugadora. Sé que al final esta idea estaba a punto de caerse por un sinfín de problemas y contratiempos, pero como te dije, tu ser siempre luchona y tenaz cristalizó uno de los regalos que se guardarán de por vida en dos cajones: en mi memoria y en mi corazón. Ello y la cena justo a las 00:00 han sido un cañonazo que me hacen sentir un mmd privilegiado y amado por todos lados. Te amo, repetido 200 millones de veces. Y en todos los modos posibles… gracias. Que Dios te bendiga, amor.
miércoles, 21 de abril de 2010
Feliz cumpleaños, bebé
Desde hace tres o cuatro semanas “tenía todo preparado”. La fiesta no me preocupaba tanto como el verdadero festejo entre él y yo. El reven hippioso sería el sábado 17 de abril y sabía que de una u otra forma encontraría la vestimenta adecuada, pero su cumpleaños, el 19, y, para ello, quería algo más que especial.
Decidí organizarle una cena sorpresa en nuestro depa, contraté a la súper chefcito, osea mi hermana, y nos pusimos de acuerdo para que todo estuviera listo a las 9, cuando él llegara de trabajar (cabe mencionar que para ese entonces yo descansaba domingo y lunes, por lo que me pareció excelente).
Primer problema: “Mi amor, qué crees, pedí el lunes para que estemos juntos todo el día”, me dijo el cumpleañero. No podía creer lo que mis oídos acababan de escuchar, eso me arruinaría todo. “Pero, bebéeeeeeeee, ¿qué quieres hacer? ¿para qué lo pides?” .
En eso estaba, tratando de encontrar alguna solución a tremendo problema, cuando me cambian de puesto y mis descansos cambian de domingo y lunes a sábado y domingo. Todo parecía estar en contra y apuntaba a que no se llevaría a cabo mi maravillosa idea.
Otra de las opciones era cambiar la cena por una comida el sábado, pero se presentó el segundo problema: “Mi amor, acuérdate que también es cumpleaños de Gaby y vamos a ir un rato antes de ir a la fiesta eh”, expresó. Definitivamente, los Dioses del Olimpo no estaban de mi lado.
“Será el domingo entonces”, me dije a mi misma. Le llamé a mi hermana para ver si estaba de acuerdo con el cambio de fecha y su respuesta fue: “Mi vida, ese día cumplo 6 meses con mi novio....”. Eso ya era demasiado, definitivamente la cena no se tenía que llevar a cabo. Tras unos minutos de silencio continuó “puedo ir a dejarte los platillos preparados y todo adornado, pero no podré quedarme a servirte”. Fiuuu, todo parecía arreglarse.
Envié un correo a sus amigos más cercanos y a sus familiares para que grabaran alguna felicitación y me la enviaran a mi mail para grabar un video sorpresa. Fue toda una odisea, todos los días enviaba mensajes por facebook, correo y hasta por blackberry para recordarles que tenían como límite el 10 de abril. Claro que pocos fueron los que hicieron caso, entre ellos Ariel, uno de sus mejores amigos y quien actualmente vive en Londres.
Tras una serie de enojos, preocupaciones, sorpresas y días ajetreados, el video estaba listo en mi computadora para quemarse.
Llegó el sábado de la fiesta, y, tras Invertir dos sábados en la búsqueda del atuendo para la Inphiesta 2010, encontré un vestido ad hoc para la ocasión, el cual complementé con un morral, una bandita en la cabeza y unas botas. Sí, era una hippie culichi.
Previo a la llegada de los invitados, decoramos la casa con las flores que días atrás Inphi y yo habíamos pintado, pegamos en la pared dijes del símbolo de anarquía, mejor conocido como “peace and love”; distribuimos flores amarillas por sala y comedor, y colgamos en el techo unas serpentinas sicodélicas. Después, nos despojamos de nuestro "yo" normal y nos convertimos en hippies. Él, coyoacanense, y yo, culichi.
Todo transcurrió mejor de lo que esperaba, llegó la mayoría de los invitados, incluidos mis amigos, Leonel y Mafer; nos divertimos, reímos, tomamos muchas fotografías, nos burlamos de la vestimenta de los demás, intercambiamos chismes y vimos al festejado disfrutar de su fiesta.
Cerca de las cuatro de la mañana, los últimos invitados se despidieron, medio recogimos la casa y nos regresamos a dormir a nuestro depa. Al día siguiente, me desperté a las 11 de la mañana para afinar ciertos detalles del video, me bañé y me dirigí a comprar pétalos de rosa para que mi hermana decorara nuestro nidito de amor y dejara todo listo para la gran cena.
Fui al mercado por las flores, después a un centro comercial para buscar un CD que mi amado quería, pero no lo encontré, y, al salir de ahí….. la llanta ponchada. Casi lloro de la preocupación, pero esta vez la suerte estaba de mi lado. Como pude, llegué al depa y el poli, súper lindo, se ofreció a cambiarme la llanta deshecha por la de refacción. Mientras lo hacía, corrí al estacionamiento del trabajo a recoger mi coche, fui a otro centro comercial por otro regalo que me faltaba, pasé por Inphi y nos fuimos con mi mamá.
Para distraerlo un rato y que mi hermana y su novio tuvieran tiempo de preparar todo,(ah, claro, no había dicho, finalmente los tórtolos me cedieron su domingo) lo llevamos a comer a un restaurante de carnes por el Ajusco, después por un panque que “se le antojó” a mi madre y, finalmente, regresamos a casa de mi mamá para recoger nuestro coche e “irnos a una cena con mi amiga Vanessa”, mejor pretexto no pude encontrar.
Con tal de hacer un poco más de tiempo, decidí quemar el DVD en casa de mi mamá, pero oh sorpresa, otro problema: “El programa NO RESPONDE”, señalaba mi computadora. No es necesario describirles cómo me sentí, simplemente, me quería MORIR. Estuve a dos de llamarle a mi hermana y cancelar todo, pero conté hasta un millón, apagué y reinicié la computadora 100 veces, respiré profundamente y decidí volver a editar el video, pero en el depa y después de cenar.
Ya de malas, mi preocupación aumentó cuando vi que el cumpleañero se estaba durmiendo en el trayecto de casa de mi mamá a nuestro depa. Subimos al elevador, le di unas pequeñas cachetadas para que despertara y, tras esperar unos minutos a que mi hermana abriera la puerta porque la nena se había quedado con mis llaves, apareció ante nosotros un camino marcado con pétalos rosas y blancos y una serie de velitas.
No sé cómo describir la reacción de mi Bebé: abrazó la bolsa de mi lap que traía cargando, abrió los ojos como si quisiera que saltaran de sus órbitas, y me preguntó “¿a qué hora hiciste esto?”. Le quité las cosas que traía en sus manos y lo invité a pasar. Como becerrito recién nacido, caminó hacia la mesa del comedor; sus ojos brillaban como nunca antes los había visto, continuaba atónito, no sabía que hacer… y cual niño pequeño caminó hacia mí y me dijo: “¿me abrazas?”.
Puse el ipod, nos sentamos, mi hermana y su novio salieron de la cocina, nos sirvieron la cena y nos dispusimos a probar los alimentos. Todo estaba perfecto, hasta mi ipod cumbianchero que tanto odia, parecía estar manejado por alguien más, pues durante la velada sonaron puras canciones románticas y ad hoc a la ocasión.
Cerca de las 12 de la noche y tras la llegada de mi mamá y de un amigo, le cantamos las mañanitas; mi amigo, mejor conocido como hado madrino, cantó algunas canciones, mientras tanto, yo terminaba el video que tuve que volver a hacer desde cero.
Pasadas las 12 y después de entregarle sus regalos a mi Bebé, dije: “los invito a ver una película”… nos fuimos al cuarto de TV y arrancó el video con un “Bebé, espero que te guste este detalle”….
Durante la proyección, no faltaron las risas, las lágrimas de emoción, las sorpresas, los silencios y la alegría….
Creo que logré el cometido, todo salió perfecto. El cumpleañero, con algunas canas más, se la pasó muy bien, y ayer cerramos los días de festejo con el concierto de Muse que tanto esperaba el rey del tercer piso.
¡Feliz Cumpleaños, Bebé!
martes, 20 de abril de 2010
Más que una fiesta
El queridísimo Luis, con una peluca que pondría celoso a cualquiera de los integrantes de Jackson Five.
Sería una descortesía pasar por alto a Ojo Espía, que por un momento dudo que su atuendo fuera más de gypsy que de hippie, y a La Thi, que iba muy coordinada con Gonzalo.
Y Toño... perdón ¿y Toño? No era difícil imaginar que encontraría un mejor plan y nos abandonaría.
Para ser un poco autocrítico, debo aceptar la precisa descripción que hizo Inphi acerca de mi disfraz, lo describió certeramente como que parecía representante de la delegación de Surinam en los olímpicos.
Y sí, no sólo portaba una vestimenta digna de dicho "equipo", sino que al igual que ese solitario individuo que representa una nación completa, estaba contento por el simple hecho de desfilar en la inauguración, con la sospecha, casi certeza de que no llegaría al final.
Aprovecho el espacio para enviar una cordial felicitación al cumpleÑero, y sugerir que para años futuros, si lo que buscas es que tu fiesta sea acorde a la edad que deja ver tu rostro... yo compro la piñata.
lunes, 19 de abril de 2010
A go-go time
Por fin llegó el día para festejar a nuestro amigo. Outfits listos para lucir como unos auténticos chicos a go-go. Pelucas, pantalones acampanados, dijes peace and love, maquillaje profesional, plataformas, aretones y más.
Nos preparamos para una larga jornada de fiesta, una tarea fácil de cumplir para ambos. Suéteres, chamarras, paraguas, llaves, música y chupe en el coche: estábamos listos.
Primera parada: la comida de cumpleaños de una amiga. Ahí bailamos un rato, chismeamos, conocimos gente y tomamos dos q tres drinks para entonarnos un poco.
Nos despedimos rápidamente para ir al tan esperado festejo y en eso nos dimos cuenta de que no tomamos en cuenta tres "pequeños" detalles:
1- no teníamos la dirección
2- no traía mi celular y nuestro único contacto no contestaba
3- los disfraces se quedaron en la sala del depa!!!!
Comenzó la disyuntiva:
A: regresarnos al depa y sorprender a todos con nuestros inerrimos
disfraces.
B: llegar vestidos de civiles, poner cara de "ups", actuar como si no
pasara nada y disfrutar más horas de convivio.
C: abortar la misión e irnos a casa.
Optamos por la Opción B, ya que justo a tiempo contestó nuestro contacto. Pero eso sí, le pedimos al cumpleañero que nos prestara algún elemento para disfrazarnos, por cierto, perdón por el atrevimiento. Pero para variar, el gandallita de mi esposo acaparó peluca y lentes y se transformó en un gigolo por accidente, de civil pasó a ser un hippie jocoso de abundante melena güera, de actitud pacífica, ideas abiertas, salido de Woodstuck y con pinta de pacheco.
¿Y yo? A mí me dejó un pedazo de tela morada para la frente q parecía más un trapo de cocina.... ¡súper caracterización! La verdad es que la pasamos muy a gusto y como siempre fue un gusto verlos, sobre todo, taaan coloridos y llamativos.
Cumpleañero: Esos 38 te sientan bastante bien, de hecho, debo admitir que te ves rete joven, eso q ni que, jaja!
¿Y sobre la sorpresa? Como soy la pionera de la semana no sé si ya puedo hacerla pública, pero, por si las dudas, mejor no digo nada... Sólo déjame decirte que nos reímos varios minutos sin parar, literal. Aprovecho este medio para desearte lo mejor este año y felicitarte x nacer en este mes tan especial, lo digo también porque en estos días nos han dado varias excelentes noticias y quiero compartir dos de ellas, una es que nació mi segundo sobrino (se llama Inaki) y hoy me confirmó
mi hermana que se regresa a vivir a México y q está ¡¡¡embarazadaaaaaa!!!
Speechless...
domingo, 18 de abril de 2010
BECEBEYE
Llamada en la oficina, en el auricular una señora -no mamá Windstar, pues hay de clases a clases, más bien diría una mamá Cayenne-, acaba de comentarme: Ay y yo le regalé a mi esposo un reloj "Bel rose", que está D-I-V-I-N-O, mientras yo escribía así la marca en un pedacito de libreta, me pregunta: ¿los conoces?, mi repuesta rápida y sin titubear, C-L-A-R-O, están súper padres...Thi, Thi...
Cuál que los conocía, si apenas pude escribir qué me dijo. Al colgar pensé, ¿por qué carajos tengo que conocer lo que estas personas viven? aunque soy una persona con maestría en comunicación política por la UNAM, y mis padres siempre han tratado de darme lo mejor, pues noooooo evidentemente no sabía que la marca en vez de ser "Bel rose" era Bell & Ross.
Ahí está la E! True Hollywood Story de nuestras llamadas con los más empoderados de este México, y juro que le ha ocurrido en más de una ocasión a cualquiera que haya pasado por esa sección...blofear por teléfono y en vivo cuando estás reporteando en algún evento.
Y si no, pruebas tengo y aquí una que se me quedó muy marcada, cuando mi estimada Muñoncita era mi editora y yo su servicial reportera. Caso semenjante: Ella hablando de lo más socialité con una chica para una sesión de fotos, recuerdo perfecto que era para poner más información de sus marcas favoritas en uno de esos sides divinos que usamos pa' acompletar información en reportajes.
Cuelga y me dice feliz: ya tengo su marca favorita es: (y me enseña su libretita también llena de anotaciones de la llamada) "BECEBEYE", ¿qué es eso?, le pregunté y ella atacada de la risa me dice no sé... la palabra correcta era "BCBG", jaaaa.
Moraleja: Bendito googlazo que nos da la posibilidad de blofear y no escribir alguna barbaridad!
sábado, 17 de abril de 2010
El Duque de "Bluffoztlán"
No hay persona más bluffera o que le encante llamar la atención que a mi buen amigo, "El Duque de Tepoztlán".
Debo de reconocer que tiene un carisma impresionante, el cual sabe aprovechar, ochentas y miles.
Mi primer acercamiento hacia ese mundo bluffero fue en el día que entré a trabajar, el protagonista en cuestión me recibió con su pelaxo estilo Cox (qué tal, hasta rima), su sonrisa característica y un "bienvenido" con la manita estirada cual princesa de Disney. Eso si, la sonrisa fue antes de barrerme totalmente.
Para sus pulgas, ese día yo llegué vestido con el mismo traje y los mismos zapatos, seguro le cayó como un balde de agua F-R-Í-A.
Cómo olvidar todos los días, camino al trabajo, las llamadas por radio en las que nos contábamos nuestras aventuras... obvio el hablaba más que yo. Y cuando me tocaba contarle las mías me decía: Se va a cortar voy a entrar al estacionamiento en mi súper BMW o Mercedez, jaja.
Por si esto no fuera poco, en las comidas me las tenía que volver a chutar porque se las pláticaba a los callalités.
Comidas, idas al antro y pláticas que aunque no estuviera presente y no fueran de él, las volvía suyas con su tradicional es que YO-YO-YO.
La ahora "Duquesa de Tepoznievex" continúa bluffeando por el mundo. POBRES CANADIENSES!!!, JAJAAA
viernes, 16 de abril de 2010
El arte de engañar
Buscando dónde establecerme por un tiempo, caminaba por Las Ramblas, después de casi un mes de cargar una maleta de 18 kilos en la espalda, la cual, poco a poco, tuve que ir vaciando en varios botes de basura debido a la imposibilidad de dar un paso más.
Después de un periodo difícil, en el que la confusión no me ayudaba a encontrar un camino claro, la solución fue “escapar” por un tiempo; poner mi ilusión, mi espíritu aventurero y las ganas de vivir en un back pack y viajar.
Tras un arranque atropellado, en el que parecía que difícilmente cruzaría “el charco”, pasé dos noches en Washington D.C., consumiendo mi poco presupuesto esperando a que la lista de espera me permitiera tomar un avión.
Sin equipaje –el cual SÍ había subido al primer vuelo y estaba en París-, llegué a Amsterdam. Lo primero que hice fue comprar unos tenis porque los zapatos habían destruido mis pies, dar un paseo y tomar el primer tren nocturno hacia la Ciudad de la Luz por mis cosas -misión nada sencilla- y, ahora sí, iniciar con mis planes tan desdibujados.
Un par de semanas en Madrid, y llegué a Barcelona, donde se especulaba que sería más fácil encontrar trabajo e instalarme. Tomé el metro con dirección a la universidad para buscar letreros de roomies. Toqué el timbre en un departamento antiguo, céntrico, con techos altos y en la esquina de Plaza Cataluña, en el que me recibió Eve, una inglesa muy simpática y peculiar.
Ella me explicó que en dicho piso vivían también dos italianos y una alemana; seríamos cinco.
Me mostró mi habitación, charlamos un poco, me recosté 15 minutos, tratando de descansar mi espalda y mi mente. Acababa de pagar 30 días de renta. Por fin podría cambiar mi rutina de cada día empacar y caminar sin rumbo. Así que decidí salir a dar la vuelta, sin un bulto destrozándome los hombros.
Sintiéndome liberada, me llamó la atención un grupo de gente en una rueda; me acerco, algunos me dan el paso y, de repente, me encuentro en primera fila.
Un señor, tres bolitas negras y una roja captaron, por error, mi atención. La dinámica era pagar 20 euros y atinar dónde quedaba la bolita roja.
Como espectador, todo parecía sencillo. El participante da sus 20 euros, el estafador mueve los tres objetos y yo veo exactamente dónde está nuestro objetivo; “a la izquierda”, quiero gritarle. El señor habla y da su veredicto erróneo.
“Noooo”, sentí que yo misma había perdido. Acto seguido, en cuestión de segundos, ya me estaban presionando para participar, además, mi expresión de haber identificado la jugada anterior, me delataba.
“No traigo 20 euros”, “No hay problema, lo que traigas”. Saco la cartera y mi único presupuesto, y con único me refiero al último del mes, era de 50 euros.
Apenas se vislumbraba el billete, cuando uno de los compinches ya lo había tomado y entregado a la mesa. Tres segundos bastaron para hacerme sentir frustrada conmigo misma. Evidentemente, en esa ocasión, no vi dónde quedó la méndiga bolita. Y me fui.
Todavía 200 metros adelante me alcanza un españolete para decirme que entiende cómo me siento, que son una mafia; incluso, que ese juego es ilegal. Le agradezco sus palabras y sigo caminando hasta la orilla del mar. Ahí me siento y, como de costumbre, pienso en cómo compensar lo que acabo de hacer. A una acción estúpida, le corresponde una reacción estúpida. Mi idea fue no comer nada hasta que pasara el tiempo suficiente para “recuperar” mis 50 euros. Santo castigo.
A lo largo de los días que estuve en aquella ciudad, vi al señor que me consoló con aquellas palabras ser parte del grupo que te engatusa y estafa, vi al personaje que “perdió” sus 20 euros cuando me detuve a verlos, jugando nuevamente como gancho al público; a la señora en la porra… A más de 10 personas involucradas. Los vi levantar el changarro y correr cuando llegaba la policía y a mucha gente gritándole a las nuevas presas que no cayeran…
Yo también he blofeado mucho, pero cuando a ti te sucede, en cualquier circunstancia, es bastante desagradable; así es que hoy prefiero un fair play.
jueves, 15 de abril de 2010
You asked for it; you got it
Ayer, de manera tibia, aunque adorable, fui sugerido por la amazona rosa como "blofero".
Ante ello, hube de desistir de escribir el texto que originalmente llenaría este espacio, y en consecuencia, he de exponer ciertos puntos.
Hecho 1: Princess Janne y este servidor nos conocimos (previa introducción de La Thi y Ojo Espía) en late november, en una fiesta a la que asistí solo. Sin embargo, en aquella velada no intercambiamos muchas palabras. Digamos que el encuentro equivalió meramente a poner los manteles en la mesa. Ningún plato todavía, mucho menos comida. Relevante era, si acaso, que para tal evento fui nombrado DJ por el anfitrión, pero ni eso evitó que yo llegase al jolgorio 4 horas tarde.
Prueba: Si gustan preguntarle a mi bienamado jefe, les doy su extensión.
Hecho 2: Días después envié un primer mail a las señoritas en el cual manifesté que si necesitaban un DJ, no dudaran en llamarme (firmé como El tardío). Fue las 13:23 horas. La primera respuesta, en la cual se ironizaba sobre mi incapacidad para llegar a tiempo a una fiesta, apareció en mi Inbox a las 13:26, con letras moradas y el remitente era la princesa culichi.
Prueba: El Inbox.
Hecho 3: Tras una serie de correos, se habló de "mis nuevas amigas", a lo que respondí argumentando que la amistad es sólo amistad después de compartir al menos una fiesta, un café o unas chelas (yo ni tomo chela). Para ello, les extendí pronto una invitación a la fiesta de mi amiga Maru, pero, si mal no recuerdo, las respuestas fueron menos que satisfactorias, además de que todavía faltaban varios días para dicho evento.
Prueba: El Inbox.
Hecho 4: Sin haber vuelto a cruzar palabra "hablada" en las tardes subsecuentes, pero valiéndonos del chat, en una conversación con Princess Janne fui cuestionado sobre mis planes del fin de semana. Respondí que solamente tenía una cena el viernes. Ante ello, mi hoy novia respondió: "Ah, ok, te invito a una boda el sábado". Contesté "no" varias veces hasta que al final fui más claro: "Me cagan las bodas". Tras mi negativa, la princesa caramelo dijo: "Entonces te invito a una comida" (en Pedregal y el mismo sábado). Acepté apoyado en mi enorme gusto por echar comiditas sabatinas. Acto seguido, el plan original de la boda fue cancelado y la explicación que se me dio fue "...para estar más tiempo en la comida".
Prueba: La ausencia de Princess Janne en la boda sabatina.
Hecho 5: Como ya se ha mencionado en diferentes ocasiones, y para sorpresa de ambos, la comida tuvo todo menos comida. Así es: Princess Janne y su servidor In phidelio estuvimos platicando sabrosamente de las 3 PM del sábado a las 3 AM del domingo. Luego, le abrí la puerta de mi auto, conduje como viejito para evitar que ella, en un trancazo, besara el parabrisas, y la dejé en su depa como todo un caballero. Beso en la mejilla, agradecimiento por la invitación y a dormir. Sin duda, uno de los mejores sábados en la historia del otoño.
Prueba: Fotos en poder de Princess Janne y/o de su amigo Leonel.
Hecho 6: Recibí mensajes de ella durante el domingo, en particular uno en el que me sugería vernos, ya que había comprado un disco de Bosé que yo anhelaba.
Prueba: La propia narración de la princesa: "Al día siguiente, desperté pensando en él ¿qué me pasaba? días antes estaba en depresión total por un sapo que quiso ser el príncipe de mi cuento jajaja y ahora esta más que emocionada. Quise mandarle un mensaje, pero me esperé, no quería sonar demasiado intensa. A las 2 de la tarde le mandé mensaje "cómo estás, te dejó dormir Camila (su perra)", contestó y así comenzó la cadena de mensajitos.. hasta las 8 de la noche, que llegó a casa de mi mamá...". Blog "Simplemente vida", edición del 7 de febrero de 2010.
Hecho 7: Así es, para que me hiciera entrega del detallazo, (chequen la expresión de abuelo) me "apersoné" en casa de sus papás, los ayudé a bajar el súper y después fuimos a platicar a mi coche. Ahí, se consumó el regalo musical y yo respondí a mi estilo de cut the crap. Sí, la besé.
Prueba: Hoy soy un novio mandil de 3 pesos.
La única pregunta que he sostenido ante mi amada es: si necesitaba originalmente un acompañante para LA BODA, ¿por qué mi "no" inicial a la boda propició el "sí" a la comida y éste, a su vez, desató el "no" definitivo a la boda?
¿Acaso no era el evento lo importante... y no el acompañante?
miércoles, 14 de abril de 2010
El resultado de un comentario blofero...
Hay cosas que simplemente no soporto: las mentiras, la hipocresía y la gente excesivamente blofera. Claro, todos en algún momento o situación hemos blofeado, y quien diga que no, está mintiendo, pero para todo hay límites.
A lo largo de mi corta vida me he topado con muchos bloferos en mi camino, creo que al primero que conocí fue a Miguelito, mi ex compañero de primaria, quien adoraba hacer alarde de su belleza e inteligencia. En ese entonces, lejos de ofenderme, me apantallaba.
Cuando estaba en prepa apareció el segundo blofero, Shanti, a quien toda la escuela, excepto yo, lo conocía justo por eso, por hocicón. Antes de descubrir su peculiar característica al actuar y hablar, nos hicimos amigos. Shanti era el típico niño carita que gusta de visitar buenos lugares a costa de otros.
Mi prima y su novio habían venido de vacaciones a la Ciudad y mi mamá me sugirió llevarlos a un antro. El plan incluía a mi prima, a su novio, a dos amigas mías, a un amigo y a mí, ningún Shanti había sido contemplado, pero eso no le preocupaba, para eso, él se pintaba solito. "Claro, vamos al antro xx (no recuerdo el nombre), está increíble". Obviamente, todos imaginamos que al incluirse al plan era porque tenía con qué ir.
Bailamos, bebimos (Shanti pidió la botella más cara), reímos y decidimos retirarnos tras ser testigos del súper atasque entre dos amigos. Llegó el momento de pedir la cuenta y fue cuando Shanti nos sorprendió. Primero intentó hacerse el ahogado y desapareció por unos minutos, cuando pensó que la cuenta había sido liquidada regresó y se encontró con que seguíamos esperándolo; en ese momento no tuvo más remedio que aplicar el: "Olvidé la cartera, préstame Jorge, luego te lo paso ¿no?".
Obviamente, después de ese incidente no volvimos a hacer planes con el modelito vividor.
Después conocí al master de masters. No sólo una persona, era una familia entera de bloferos, de esos que piensan que por manejar un auto de lujo o vestir ropa de marca los hace superiores a cualquiera, pero deberían de escucharlos hablar, de verdad, daban pena ajena. Conviví tanto tiempo con esa familia, que llegó el punto en que lejos de molestarme, sus actos bloferos me daban risa ... o lástima.
Me había topado con muchos, peroooo, hasta ese momento nunca había sido víctima directa de un acto blofero, es decir, no me habían utilizado como parte de la oración para blofear. Fue hasta hace algunos meses cuando mi querido novio (aún sin serlo) comenzó a decir que yoooo le había invitado unas chelas y casi casi le había rogado para que fuera conmigo a una comida. Eso sí no me dio risa cuando me enteré.
Hoy recordamos ese momento, y mi querido Nano dijo algo muy cierto: no importa qué dijo, no importa si blofeó, tampoco importa quién blofeo acerca de quién quería con quién, quién dio el primer paso o quién aceptó, lo importante es que hoy estamos juntos y soy súper feliz a su lado. Blofero o no, hoy me quedo, sin dudarlo, con mi querido Inphi.
martes, 13 de abril de 2010
El caso Beatriz Alfaro
La semana pasada el tema de este blog fue “Pelation”, oportunidad para que cada uno de los autores diéramos rienda suelta a nuestras historias mas divertidas de cuando “nos falto un cachito”.
Dicho tema inspiró a cierta princesa a escribir sobre un montón de posibles regalos que pudo haber obtenido de su padre, El Rey N., y que al final “Por indecisa” Selape.
Unas horas después de haber publicado su frustración voluble, apareció el comentario de Beatriz. Al leerlo, nos era difícil imaginar que se trataba de alguien ajeno al grupo de amigos ya que perfectamente describía las actitudes de princess.
La vida de ese comentario fue corta ya que, cual David Copperfield, desapareció, dejando una infinidad de preguntas; ¿Quién es Beatriz Alfaro? ¿Quién borró el comentario? ¿Por qué lo borró? Entre muchas otras.
Sin animo de ser juez y parte expongo simplemente hechos:
1. Inphi es un MMD
2. Los únicos que pueden borrar comentarios sin dejar rastro son los administradores (Princess, Inphi y su servidor)
3. Excepto Muñoncita (y Chrix) todos los autores fueron interrogados sobre el paradero del comentario
4. La ventana temporal para que personas (autores y lectores), que no cuentan con permisos de administrador, borren comentarios es de 24 horas
5. Tanto Ojo espía como yo, festejamos el comentario de Beatriz por escrito
Así, no me queda mas que sospechar del blof de alguno de los otros dos administradores en este posible caso de violación al derecho de la libre expresión.
Me refiero como posibilidad, ya que una nueva línea de investigación, parte de que Beatriz puede ser o Janne o Inphi.
Siempre apelando al principio de la duda razonable pido, a nombre de los Callalités, una disculpa a Beatriz.
Vuelvo a poner su comentario.
Es posible que la única persona que pueda confirmar el blof mas atrevido y artero de la historia sea Beatriz.
Me atrevo a hacer la formal solicitud a nuestra nueva lectora de que haga su declaración de hechos.
lunes, 12 de abril de 2010
Poker de Ases (estoy bluffeando)
Antes que nada, una disculpa por mi retraso y brevedad. El sábado nos mudamos a un sitio muy inérrimo de parigi, perooo falta que nos conecten a la civilización, osea, que vengan a conectarnos todo el kit de supervivencia tecnológica. ¿Cómo les explico? Si les digo que este depa es un palacio terrenal, ¿me creen?...Obvioooooo
Ya entrados en tema, Blufferos hay miles, plis, si quieren aparentar ser “nice” piensen antes de decir las cosas. Mediten la idea y luego exprésenla, así evitarán osos más grandes que el Panda, aquí algunos ejemplos:
Cuando Guajira llegó a un barmitzvah y les dijo a sus amigas:
- “Me fascinó el nombre Mitzvah, qué original manera de ponerle a un bar, no creen?!!!!!!
Cuando Cladimira pidió escargots y preguntó entonado y con voz alta:
- “Por qué no les quitaron las cáscaras?!!!!! ( por cierto no se comen con las manos...)
Cuando Teófila viajaba por primera vez en crucero y le dijo a Filemón:
- “Wow, el movimiento del barco ni se siente, pensé que me iba a marear y nada de nada, esto es una maravilla”.
A lo que él responde:
“Pues claro que no chula, acaso será porque aún no zarpa?!!!!!
Un tip muy importante, aprendan a decir correctamente el pronunciamiento de las marcas de renombre.... por que, por tratarte de ver muy de las altas esferas a vecces te das un quemón calibre Diamante Negro..., ( Ermenegildo Zegna se pronuncia Zeña y no Zegna como se escribe, por ponerles un ejemplo...)
Si vas a bluffear hazlo bien!, Sobre todo en el poker, que aquí hasta las miradas delatan tu pachuca cuando quieres hacer creer que traes un full, y lo único que tienes full es el vaso pero de vodka....
Recuerda si bluffeas mal, es como fumar cigarro sin darle el golpe....
(Estos casos son reales, por lo que para proteger a los protagonistas se utilizaron nombres falsos, q buena onda soy, no? Sesssse)
Por cierto, de mi adorado Duque de Tepoz, por ahí tenemos varias anécdotas qué contar, eh? jejeje
domingo, 11 de abril de 2010
La llegada de los "tas"
Pues ya casi llegando a los "tas", como lo nombra mi estimada Princess, mi percepción ha cambiado.
En octubre pasado acompañé a mi novio a Mérida. Un primo hermano estaba a punto de dar el gran paso. Fue un viaje especial pues ahí conocí a mi familia postiza y yo como muñequita de porcelana y, después de tratar de memorizarme "El Manual de Carreño", sfe sfe, asistí como una reina a la boda.
Todo iba estupendo, incluso, al medirme de chupes, seguía en mi protocolo. La fiesta fue magnífica, hasta que llegó el momento de que la novia lanzara el ramo.
Algunas tías y primas de mi novio me jalaron a la pista. Durante el soso baile de dar círculos sobre los ya casados, mi yo interno me decía una y otra vez: ¿qué estás haciendo en esta rueda? y, lo peor, ¿qué esperas? ¿ser una vieja desesperada y arrebatarle a la de al lado si ella te lo gana?, y ahí me tenían, bien posicionada al centro del grupo de mujeres, resultado: la que nunca se había prestado para esas interacciones de bodorrios se ganó el ramo.
Primero, no me la creía, como si hubiera ganado un premio de esos que valen mucho, luego en pose con los novios para la tradicional foto, luego la felicitación de todo el mundo, mientras mi novio había huído a la jungla cuando se enteró de lo ocurrido. Después de toda esa faramalla conocí cuál era la sensación melosa de salir triunfante y ser protagonista por 5 minutos de una fiesta que no era tuya.
De ahí, todo cambio. En la boda de Muñoncita y Chris me paré junto con la Princess y Ojo Espía para ver si nuevamente agarraba otro ramo. Uhm, siendo un poco honesta, también fue para darle tragos a la botella de Jägermeister.
Las fotos son testigo de mi estrategia: ubicación al centro; como soldado en pelotón, alínea en la fila de las mejores amigas de Tach; meditando y calculando si el aire y la inclinación de la Muñoncita daba la posición y el ángulo donde estaba, en fin una serie de desarrollo de prospectivas e ideas que surgieron en mente, ayudada por mi peda.
Pelation 1: No lo caché, por más que salí de aborazada en las fotos.
Pelation 2: Admito que eso de la edad afecta, más puberta me decía: en mi puta vida me voy a prestar a esto; ahora ya soy de las que alegremente participo en estos rituales, ayyy malditos treintas empiezan a molestingarme.
sábado, 10 de abril de 2010
¡10, 9, 8...!
Me sentía muy emocionado porque iba a celebrar por segunda ocasión consecutiva con mis amigos chiapanecos, la llegada del Año Nuevo.
Dos días antes se nos ocurrió ir a echar unas copitas de recibimiento, y cual fue nuestra sorpresa que cuatro horas antes de que el reloj marcara las 00:00, del 1 de enero, nosotros seguíamos A-H-O-G-A-D-O-S.
Después de ir a comer como cavernícolas a un Kentucky Fried Chicken y ¿por que no? con nuestro pomo de whisky en la mesa, como si fuera cualquier vaso de refresco, regresamos a casa a dormir para recibir el 2010.
Obvio como intensos que somos, nos levantamos, nos pusimos súper cuquis y nos fuimos a la fiesta, en la que la sorpresa iba a ser la presencia de Alejandra Guzmán.
Antes de llegar al lugar y con el corazón a punto de estallarme hicimos unas paradas técnicas en el OXXO para comprar unos Red Bulls y añadirle a mi cuerpo más beats, cual canción grotesca de Polymarch.
Llegamos a barrer, el antrillo todavía no abría y yo me quería morir. ¡Nunca había sentido una cruda tan fatal! ¿Pero qué tal dos días antes?
Nos asignaron una mesa súper cerca del escenario y pedimos dos botellas. ¿En qué momento? Éramos tres personas...
Llegaron las primeras cubas y la verdad no me resbalaban nadita. Una hora antes de que empezara el siguiente año tuve que ir a pedirle a mi cuate las llaves de su coche para dormirme un ratito, con la promesa de presentarme al esperado conteo, al cual por supuesto, nunca llegué.
Dos horitas fueron suficientes para recargar las pilas y entrar triunfante como si yo fuera la estrella, al mismo momento que la Guzmán cantaba su primer tema y presumía sus nalgas recién recuperadas (Igual que yo, jajaja).
En ese momento se me olvidó el malestar, gracias a que buenos amigos y amigas me recibieron con un gran abrazo de Año Nuevo y porque escuché y canté canciones que tenía años sin oirxs.
jueves, 8 de abril de 2010
Y el ganador es…
Mi vida se ha caracterizado por varias temporadas, en alguna de ellas, de la cual ya he platicado, realicé un par de castings.
En aquellos años mozos, con demasiado tiempo libre, involucré a mi amiga Xo y a mi hermano en una experiencia singular en los estudios Churubusco.
Sin saber claramente a qué iríamos, llegamos pensando que estaríamos máximo una hora, cuando me ponen a llenar un cuestionario muy extraño para una audición, que fue la primera señal de que algo estaba raro.
Sin más preámbulos, pasaron a mis dos acompañantes al área del público; y, a mí, a maquillaje. “Qué casting más pro, seguramente ya fui preseleccionada”.
Minutos después, llegó un conductor, con ese carisma -falso- habitual, a hacernos la plática a los CONCURSANTES de un programa de Tv Azteca. ¿En qué momento?
Así comenzó la aventura. Cual adicta al juego que soy, fui la primera en tocar la chicharra, contestar correctamente y avanzar a la siguiente etapa. Mientras los otros seis lentos me alcanzaban, trataba de ver a mi público particular, el cual, como En Familia con Chabelo, saltaba, se moría de la risa y gritaba.
Siguiente paso, relacionar frases del espectáculo, armar no sé qué tanta cosa; y, para no hacer el relato más largo, llegué a la final con un ultra fan y gran aficionado de dicho programa, que yo en mi vida había escuchado mencionar y que rezaba por que fuera simplemente un piloto.
El último mano a mano era para ganar un viaje todo pagado para dos personas a Los Cabos: avión, hospedaje, comidas y gastos.
Momento aún más incómodo, mis dos fans gritando que ellos me acompañaban. Al grado, de parar la grabación y recibir un primer regaño.
Finalmente, debíamos reconocer a un artista con la cara distorsionada. Cada uno tenía un intento y, en cada error, pasaba el turno al siguiente. El rostro ya era más que evidente y yo, ciega, no lo reconocía; volteaba a ver a mis animadores y, entre que no enfocaba ni la fila, ni las señas, ni el alfabeto que hacían con las manos, cuerpos, etc., no lograba descifrar si era Miguel Bosé, Ben Affleck, George Clooney o el Papa Juan Pablo Segundo.
Escuchaba a lo lejos un “Duoooohhhh”, aunado a los murmullos crecientes en el auditorio que hacían que sintieras que estabas a punto de volverte millonario, de cambiar el mundo o de ganar la mejor mano de black jack, con todos los reflectores encima. El cuerpo adrenalinoso, la cara roja, la piel chinita, la visión que se va cerrando hasta que tu contrincante da la maldita respuesta "...cooooorrecta".
Volteas a tu banca con un poco de pena. Sales, cual looser, a saludarlos y recibes los siguientes comentarios.
“No manches, qué idiota”, jajjaa, “Está regalado, te pasaste”, “¿No nos veías?, supimos desde el primer momento quién era”, “Pinche tiempo perdido”, entre otras frases que hacían que mi autoestima desapareciera…
Respuesta ardilla. “Muy pinche fácil, pues van”; “Cuánto apuestas a que gano”; “Adelante”.
Mi amiga, conocida por aventada, se rajo. Mi queridísimo hermano, ya había hablado demás para retirarse.
La tercera en discordia trataba de mediar: “No hermanos tetos, ahí muere, mejor ya vámonos por unas papas, jajajaja”; este tipo de comentarios la caracterizan.
“Ni madres”, responde el otro.
Ahí vamos, cuatro horas más… Pero déjenme decirles que la vida del lado del público era totalmente otra cosa; divertida.
“Coooomenzaamoooos”, “Yeiiiiiii”, “Vamossss”, “Sí, se puede” SESESE. Saqué a la porrista que todos llevamos dentro.
Primera fase, antes mencionada: pasa uno, pasan dos, tres, cuatro, y… tu competidor da una señal de lucidez. Aprieta el botón a toda velocidad. Segundo regaño “Recuerden esperar a que termine la pregunta”. “Sí, perdón”. “Pregunta eliiiiiminada”; siguiente. Nuevamente fue el primero en apretar… “respuesta iiinnnncorrecta”. Se oye el coro de fans: “Nooooooooooooo”. Pasa el quinto; quedan dos, y “E liiiii miiii naaaa doooo”.
“Osaaaazoooooo”
Las palabras de recibimiento tampoco fueron muy alentadoras que digamos. Tratamos de agotar nuestra tercera y última opción de participante, pero la muy gallito no aceptó.
Presentarte con nombre y profesión, salir corriendo saludando a la cámara como estúpido, participar hasta la final, no ver un carajo cuando te están soplando, perder el premio mayor, esperar cuatro horas más a que el fregón de tu hermano limpie tu honor, que haga un ridículo menor, al estar 30 segundos, en vez de 30 minutos al aire; salir con las mismas películas chafas RE-PE-TI-DAS -claro, yo cinco y el dos, digo, hasta eso que hay niveles de concursantes-, y, por si fuera poco, a la semana siguiente un compañero de la Universidad te recibe con: “Te vi en la tele”… pasan a la historia de “te la pelation”.
Bolsas y bolsones
Sucedió algo similar a esto el jueves por la noche. Princess Janne y yo nos quedamos en la oscuridad, apagamos la máquina y guardamos silencio. Ninguno movió la manita ni siquiera de modo discreto, secreto o simbólico. Actuamos como el náufrago que al ser rescatado cuenta su vida y soledad ante un público disciplinadamente ausente. O sea, si uno hacía ruido, el otro ni escuchaba.
Para los marranos que sigan pensando que éste es un relato sexual, los vuelvo a vacunar con un "no" que sirva de extintor a sus fuegos internos, bola de antorchas caldufas. Princess Janne y yo permanecíamos en tan sepulcral silencio dentro de mi coche, tras hacer compra en el Mega. Y nos pasó lo que a muchos. Ya hiciste el súper, pero te da una flojera planetaria abrir la cajuela y emprender la ida y vuelta, tal y como le hizo Colón en sus pinchemil viajes a América y de regreso a España.
Así pues, congelemos el momento: la autodenominada Princess no mueve un dedo dentro del coche... y yo... menos. Creo que hasta nos decimos cosas bonitas con tal de distraer al otro y no dar el primer paso. Al final, en pleno papaloteo, abro mi besucón hociquito: "Ok, tengo una flojera atroz de bajar las bolsas y llevarlas al depa" (el destino está en el sexto piso y hasta el mero final del pasillo). La damisela, primero muy calmadita, de pronto reacciona, abre ojos, prende máquina y me vocifera en la oreja derecha con una vehemencia que espanta: "¡Te juro que estoy igual... qué flojera bajar las bolsas!". A esto le llamo yo ser compatibles. ¡La hueva cósmica nos une from here to eternity!
Pero, antes que huevón, soy un ferviente discípulo de aquella máxima que reza: "Todos tenemos un precio". Y se la pienso aplicar tal cual a la mismísima princesa caramelo: "Ok, te doy 200 pesos si bajas TODO el súper". Bueno, hagan de cuenta que le acabo de decir: "Encuérate en pleno Metro Balderas y ponte a declamar trabalenguas". La amazona de Culiacán, pictográficamente ofendida, me mira y se ríe, manifestando con sus gestos y pucheros que estoy reverendísimamente pendejo si pienso que aceptará rebajarse. "Pero por supuesto que no lo haré" (imagine usted el tono más fresoide y combínelo con unas rajitas de indignación a la Viva Sinaloa).
Pero yo soy chilango y los de acá nacimos para dos cosas: echar lámina y ser tercos. Así que le aplico el arrimón chantajista: "Te doy 500 y es mi última oferta, pero eso sí, yo me subo directo al depa y allá te espero". Les juro-les juro-les juro que, aunque Princess Janne me vuelve a decir que no, al menos le dudó. Sí, ha titubeado y ha dejado escapar una migaja de lamento por no hacerse de 500 pesos a cambio de lo que ella cree que es una humillación.
Y va la buena: "Jane, a ver, mil pesos y, no manches, no puedes rechazar mi última oferta". Ella, con esa hipocresía incómoda que se extrae de la combinación del amor femenino por la lana y la vanidad mujeril, casi hace bizcos. Su ojo derecho le dice: "¡Ándale, es lana rápida!, mientras que el izquierdo es el mamuco que pone por delante la "dignidad". Hace una llamada a mi hermano Alex, un asesor experto en todo menos en esto y, tras colgar, sentencia: "No".
Lo que acaba de decidir la culichi (que para mí es aventarse ladera abajo) se define de otras dos maneras: en Santa Fe y Lomas se le llama "Costo de oportunidad" y en Tepito se le denomina "Pellizcation" (sí, ya conjugada sería "te la pellizcaste").
A fin de cuentas, ni siquiera yo bajé todo el súper y ya después del esfuerzo repartido entre dos, me puse a holgar a mis mulas anchas y a cuajarme con mis mil pesotes en la cartera... inmaculados ellos y listos para ser gastados artera y muy próximamente en discos que me hagan sonreír con triple motivo.
¿Quién perdió?
miércoles, 7 de abril de 2010
Por indecisa
Cada que le mencionaba el destino “Japón” él se emocionaba y me pedía que decidiera cuándo quería ir y se proponía como mi guía. Ups, el punto era que yo no quería ir con él, pues como buena adolescente, quería comerme el mundo a puños y descubrirlo sola. Total, nunca puse fecha.
Cuando se acercaba mi cumpleaños número 15, como estaba de moda, dije “no quiero fiesta”. Pero en realidad claro que quería, siempre me ha gustado festejar mi cumpleaños y ser la protagonista del día, no me da pena decirlo; sin embargo, no podía ir en contra de lo que la mayoría de mis amigas quería. Como borreguito, renuncié a mi deseo y me hice la interesante, eso de las fiestas era para niñas, anticuado y naquísimo…
Por otro lado, siendo un moco aún, me moría por manejar. En ese entonces entré a la prepa del Tec (cabe mencionar que yo venía de escuela a puerta cerrada) y claro, un pretexto más para sentirme grande y negarme a festejar mis XV años como muñequita de pastel.
Un día, mi papá me llevó a ver el famoso “Tigra”, un auto de moda entre chavos y el cual creyó que era perfecto para mí (no sabía la sorpresa que su princesita estaba a punto de darle) y me preguntó “¿te gusta? ¿lo quieres?” claro que sin pensarlo respondí afirmativamente. Era el regalo más que ideal para una mocosa de 15 años.
Uno de mis grandes defectos es la indecisión. A los pocos días, y antes de que mi papá hiciera la compra, me arrepentí y le dije: “papá, ya sé, mejor quiero un crucero, una amiga va a viajar en un crucero de quinceañeras (en ese momento no me sonó naco)” mi papá puso cara de what y guardó silencio.
Como de costumbre, a los días volví a cambiar de parecer y le dije “papá, ya sé, mejor quiero irme a Japón, pero con una amiga” nuevamente, mi papá quedó atónito, pero en el fondo sabía que a los días, su princesita cambiaría de opción otra vez, y sí, efectivamente, a la semana le dije “papá, tengo una mejor idea, ni viaje, ni coche, ni fiesta, mejor dame en efectivo el dinero que te gastarías en un festejo” claro que mi papá se rió y se volvió a reír (internamente) y me dijo “ok, vamos a ver”. Para ese entonces, mi mamá me insistía en que me decidiera porque sino me quedaría sin regalo, ya que a mi papá hay que agarrarlo en sus 5 minutos.
Oh sorpresa, el día llegó. Mi mamá recibió una llamada de mi tutor de la prepa: “Señora, habla Sergio Quero, necesito que su esposo y usted vengan a platicar conmigo”... más tardó el tipo regordete en decir eso que mi mamá en llegar al Tec.... Yo sabía cuál sería el tema central de la plática, pero me hice la occisa. Horas más tarde: “pues sí señores, tengo que informarles que su hija pasó a estado condicional porque reprobó 5 materias, pero no se preocupen, a la mayoría de los alumnos les cuesta trabajo socializar aquí y ella ha sabido relacionarse perfectamente” no sé qué estuvo peor, si el decir que troné 5 materias o la última frase que retumbó en los oídos de mi sacrosanta madre.
Cuando mis papás salieron, lo primero que escuche de boca de mi mamá fue “fíjate que no estamos pagando para que vengas a hacer relaciones públicas, estás en prepa, aún te faltan años para la universidad, y a este paso…”
Llegamos a mi casa, mi papá me quitó mi celular y mi laptop (sí, siempre han sido mi adicción) y me dijo: “princesita, te la pelation; ni fiesta, ni coche, ni viaje… y menos dinero, no te mereces nada” y sí, así fue, tuve que conformarme con un mariachi a media noche (odiaba los mariachis en esa época), dos lentes de colores (estaban de moda), dos muñecas Anne Geddes para mi colección y una mini reunión sorpresa a la que no fue requerido mi entonces novio, pues mi mamá lo odiaba… así festejé mis fabulosos 15 años.
Claro, aunque en aquel entonces me aplicaron el “pelation”, tres años después me desquité. Festejé en grande mi mayoría de edad, me fui de viaje, me convertí en dueña de una camioneta y entré a la universidad sin problema. Y, 10 años después, mi sueño se hizo realidad, conocí Japón.
martes, 6 de abril de 2010
Organizaciones poderosas
La primera es la Renata (Reserva Nacional de Talentos), con presencia en cualquier país del globo.
La segunda, cuya afiliación, en muchos casos, viene en paquete con la Renata, es el Selectísimo Grupo de Selape.
Tuve la oportunidad de ser miembro de la Renata en 2006 cuando terminé la carrera y encontrar trabajo era más difícil que ganarse el Melate sin comprar “cachito”.
En diversas ocasiones intenté salir de la Renata, no por desacuerdos con los dirigentes u otros miembros, sino por buscar una aventura nueva que probablemente a largo plazo me diera lo suficiente para poder echar una chela que no fuera patrocinada por Alvarito.
Aparentemente ambas organizaciones habían encontrado en mí un socio de calidad pues mientras más le buscaba más duro “Pelation”, “Pérez Prado”, “Perestróica” y Selape… me mantenía en la Renata.
Parecía que ya tenía el puesto, bien pagado, interesante, jefe amable e inteligente, pero directito a pelar papas.
Al fin logré salir, tenía chamba, no era mucho, pero no podía creer que después de casi 8 meses había logrado despedirme de la Renata.
No contaba con que miembros de ambas organizaciones tenían conexiones e hicieron que ese trabajo que pintaba tan bonito (a excepción del sueldo) resultara ser igual de valioso que un litro de agua de Xochimilco.
A ver qué haces ahora con tu litro de agua hedionda (por favor pronúnciese jedionda), intenta tirarla por ahí y conseguir otro trabajo, y en menos de lo que parpadeamos ya tenía una oferta para ir a trabajar a una dependencia gubernamental de la que guardaré anonimato (no vaya a ser que me caigan con algún error en mi declaración de impuestos).
Chicles, díganme cuándo firmo que me urge deshacerme de este cacharro que además de apestoso pesa y ya me cansé. Pues no contaba que en gobierno hay tanta burocracia que ni siquiera agrupaciones como Selape y Renata meten sus manitas.
Sólo tomó 7 meses lograr firmar contrato, me quedaba bien lejos, pero me urgía cambiar mi bolsa diagua hedionda (recuérdese la pronunciación).
Tómala barbón, en ese recinto no hacía falta la presencia de Selape y Renata, había cambiado mi bolsa de agua de Xochi, por un pañal usado por un bebé diarreoso, ¡shit!.. qué hice. Aléjate antes de que sea demasiado tarde, no te hundas en esa pila de… qué les cuento, afortunadamente caí en mi chamba actual.
Desde entonces yo creo que Selape y Renata están orinados de la risa de lo que viví por dejarlas y se han mostrado compasivas, me ha ido bastante mejor.
Sólo espero que ambas estén muy ocupadas con los millones de desempleados generados por la crisis del año pasado, y el haber escrito este post no recrudezca su enojo y vuelvan las agresiones.
Y si es así, no queda más que PELATION, son mucho más fuertes que cualquier mortal.
lunes, 5 de abril de 2010
Hoy no hay blogg
Bueno, CAAAAAAASI!!!
Nos encontrábamos en plenos preparativos de la boda, sacándole jugo a los dineros, buscando los mejores precios, destinos para la luna de miel, exprimiendo al límite a los proveedores, gastos aquí, gastos allá como desperfectos con la patrulla. Además, hay que tomar en cuenta que fue un año de recesión económica, bajaron las ventas y por ende las comisiones, año de influenza, en fin y aún teniendo un equipo de gran administración financiera: la crisis pegaba parejo, el presupuesto se agotaba.
Estábamos en Tepoz afinando detalles cuando de pronto me llegó un mensajito al celular.
- “Usted se ha ganado una camioneta y 300 mil pesos en efectivo. Únicamente comuníquese a este teléfono lo más pronto posible (teléfono de un Estado de la República)”.
La mente comenzó a maquilar nuestros nuevos planes para el bododrrio, pero ahora con un nuevo switch, el de magnates. Tendríamos camioneta del año, cambiaríamos destino lunamielero, cambio de casa, etc….
Chris, bastante escéptico, llamó al día siguiente desde su nextel (que por cierto aparece como llamada privada). Le contestó un hombre con voz de ranchero y con tono prepotente comenzó a hacer peticiones extrañas, entre ellas exigía que se le entregara el celular para obtener el premio. Chris se puso punketo, colgó y el extraño nunca más contestó.
Habló a Telcel, le confirmaron que todo fue una estafa y que ya habían tenido problemas de este tipo.
Reafirmamos que todo dinero fácil siempre huele mal.
Cuando me dijo que todo fue una farsa pensé: “Ahora sí ya me la ‘Edson Arantes do Nascimento' con mi sueño fugaz". Osease, para los que no entienden (como yo al principio) YA ME LA PELÉEEEEE!!!!