miércoles, 21 de abril de 2010
Feliz cumpleaños, bebé
Desde hace tres o cuatro semanas “tenía todo preparado”. La fiesta no me preocupaba tanto como el verdadero festejo entre él y yo. El reven hippioso sería el sábado 17 de abril y sabía que de una u otra forma encontraría la vestimenta adecuada, pero su cumpleaños, el 19, y, para ello, quería algo más que especial.
Decidí organizarle una cena sorpresa en nuestro depa, contraté a la súper chefcito, osea mi hermana, y nos pusimos de acuerdo para que todo estuviera listo a las 9, cuando él llegara de trabajar (cabe mencionar que para ese entonces yo descansaba domingo y lunes, por lo que me pareció excelente).
Primer problema: “Mi amor, qué crees, pedí el lunes para que estemos juntos todo el día”, me dijo el cumpleañero. No podía creer lo que mis oídos acababan de escuchar, eso me arruinaría todo. “Pero, bebéeeeeeeee, ¿qué quieres hacer? ¿para qué lo pides?” .
En eso estaba, tratando de encontrar alguna solución a tremendo problema, cuando me cambian de puesto y mis descansos cambian de domingo y lunes a sábado y domingo. Todo parecía estar en contra y apuntaba a que no se llevaría a cabo mi maravillosa idea.
Otra de las opciones era cambiar la cena por una comida el sábado, pero se presentó el segundo problema: “Mi amor, acuérdate que también es cumpleaños de Gaby y vamos a ir un rato antes de ir a la fiesta eh”, expresó. Definitivamente, los Dioses del Olimpo no estaban de mi lado.
“Será el domingo entonces”, me dije a mi misma. Le llamé a mi hermana para ver si estaba de acuerdo con el cambio de fecha y su respuesta fue: “Mi vida, ese día cumplo 6 meses con mi novio....”. Eso ya era demasiado, definitivamente la cena no se tenía que llevar a cabo. Tras unos minutos de silencio continuó “puedo ir a dejarte los platillos preparados y todo adornado, pero no podré quedarme a servirte”. Fiuuu, todo parecía arreglarse.
Envié un correo a sus amigos más cercanos y a sus familiares para que grabaran alguna felicitación y me la enviaran a mi mail para grabar un video sorpresa. Fue toda una odisea, todos los días enviaba mensajes por facebook, correo y hasta por blackberry para recordarles que tenían como límite el 10 de abril. Claro que pocos fueron los que hicieron caso, entre ellos Ariel, uno de sus mejores amigos y quien actualmente vive en Londres.
Tras una serie de enojos, preocupaciones, sorpresas y días ajetreados, el video estaba listo en mi computadora para quemarse.
Llegó el sábado de la fiesta, y, tras Invertir dos sábados en la búsqueda del atuendo para la Inphiesta 2010, encontré un vestido ad hoc para la ocasión, el cual complementé con un morral, una bandita en la cabeza y unas botas. Sí, era una hippie culichi.
Previo a la llegada de los invitados, decoramos la casa con las flores que días atrás Inphi y yo habíamos pintado, pegamos en la pared dijes del símbolo de anarquía, mejor conocido como “peace and love”; distribuimos flores amarillas por sala y comedor, y colgamos en el techo unas serpentinas sicodélicas. Después, nos despojamos de nuestro "yo" normal y nos convertimos en hippies. Él, coyoacanense, y yo, culichi.
Todo transcurrió mejor de lo que esperaba, llegó la mayoría de los invitados, incluidos mis amigos, Leonel y Mafer; nos divertimos, reímos, tomamos muchas fotografías, nos burlamos de la vestimenta de los demás, intercambiamos chismes y vimos al festejado disfrutar de su fiesta.
Cerca de las cuatro de la mañana, los últimos invitados se despidieron, medio recogimos la casa y nos regresamos a dormir a nuestro depa. Al día siguiente, me desperté a las 11 de la mañana para afinar ciertos detalles del video, me bañé y me dirigí a comprar pétalos de rosa para que mi hermana decorara nuestro nidito de amor y dejara todo listo para la gran cena.
Fui al mercado por las flores, después a un centro comercial para buscar un CD que mi amado quería, pero no lo encontré, y, al salir de ahí….. la llanta ponchada. Casi lloro de la preocupación, pero esta vez la suerte estaba de mi lado. Como pude, llegué al depa y el poli, súper lindo, se ofreció a cambiarme la llanta deshecha por la de refacción. Mientras lo hacía, corrí al estacionamiento del trabajo a recoger mi coche, fui a otro centro comercial por otro regalo que me faltaba, pasé por Inphi y nos fuimos con mi mamá.
Para distraerlo un rato y que mi hermana y su novio tuvieran tiempo de preparar todo,(ah, claro, no había dicho, finalmente los tórtolos me cedieron su domingo) lo llevamos a comer a un restaurante de carnes por el Ajusco, después por un panque que “se le antojó” a mi madre y, finalmente, regresamos a casa de mi mamá para recoger nuestro coche e “irnos a una cena con mi amiga Vanessa”, mejor pretexto no pude encontrar.
Con tal de hacer un poco más de tiempo, decidí quemar el DVD en casa de mi mamá, pero oh sorpresa, otro problema: “El programa NO RESPONDE”, señalaba mi computadora. No es necesario describirles cómo me sentí, simplemente, me quería MORIR. Estuve a dos de llamarle a mi hermana y cancelar todo, pero conté hasta un millón, apagué y reinicié la computadora 100 veces, respiré profundamente y decidí volver a editar el video, pero en el depa y después de cenar.
Ya de malas, mi preocupación aumentó cuando vi que el cumpleañero se estaba durmiendo en el trayecto de casa de mi mamá a nuestro depa. Subimos al elevador, le di unas pequeñas cachetadas para que despertara y, tras esperar unos minutos a que mi hermana abriera la puerta porque la nena se había quedado con mis llaves, apareció ante nosotros un camino marcado con pétalos rosas y blancos y una serie de velitas.
No sé cómo describir la reacción de mi Bebé: abrazó la bolsa de mi lap que traía cargando, abrió los ojos como si quisiera que saltaran de sus órbitas, y me preguntó “¿a qué hora hiciste esto?”. Le quité las cosas que traía en sus manos y lo invité a pasar. Como becerrito recién nacido, caminó hacia la mesa del comedor; sus ojos brillaban como nunca antes los había visto, continuaba atónito, no sabía que hacer… y cual niño pequeño caminó hacia mí y me dijo: “¿me abrazas?”.
Puse el ipod, nos sentamos, mi hermana y su novio salieron de la cocina, nos sirvieron la cena y nos dispusimos a probar los alimentos. Todo estaba perfecto, hasta mi ipod cumbianchero que tanto odia, parecía estar manejado por alguien más, pues durante la velada sonaron puras canciones románticas y ad hoc a la ocasión.
Cerca de las 12 de la noche y tras la llegada de mi mamá y de un amigo, le cantamos las mañanitas; mi amigo, mejor conocido como hado madrino, cantó algunas canciones, mientras tanto, yo terminaba el video que tuve que volver a hacer desde cero.
Pasadas las 12 y después de entregarle sus regalos a mi Bebé, dije: “los invito a ver una película”… nos fuimos al cuarto de TV y arrancó el video con un “Bebé, espero que te guste este detalle”….
Durante la proyección, no faltaron las risas, las lágrimas de emoción, las sorpresas, los silencios y la alegría….
Creo que logré el cometido, todo salió perfecto. El cumpleañero, con algunas canas más, se la pasó muy bien, y ayer cerramos los días de festejo con el concierto de Muse que tanto esperaba el rey del tercer piso.
¡Feliz Cumpleaños, Bebé!
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No sé qué decir. LLevo días tremendos que nunca pensé experimentar, sí, ando cursi, pero me vale tres cacahuates.
ResponderEliminarLa Princesss Janne se pasó, se pasó y se pasó. No hay otro modo de describirlo. Estos regalos salieron de la estratósfera y hasta este momento sigo tratando de saber en cuál de los instantes me sentí mejor. Difícil decisión. Entre la cena, el video, las palabras, los regalos (incluso algunos que no mencionó) los besos, todo.
Te amo, horrorosa. Ha valido la pena todo lo que sucedió, incluso lo malo. Y sí, me siguen brillando los ojos.
Y ahora, qué escribo? jajajajaja. Te amo, te amo. Mil graxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. (Menos por lo de hoy, y sabes de lo que te hablo, jaja)
ResponderEliminarimporta poco si "el programa no responde", lo que sí importa es que el "novio responda", jiji. Felicidades
ResponderEliminarqué chido y yo me divertí mucho en la fiesta aunque mis lentes me fueron "hurtados"
ResponderEliminarQué padre, muchas felicidades a los dos. Pruebas superadas Jane, más la de hoy. Te paxaste.
ResponderEliminarObvio el momento clave del festejo fue corear "Plig in baby" de Muse.
ResponderEliminarOk, me retracto antes de que me caiga la maldición de Jane the Pink Pain, buenas sorpresas Tim.
qué horror mi niñaaaa qué dias de estrés pero en verdad valieron la pena, mil mil felicidades por todos tus detalles y ahora qué va a suceder, nuestro respectivos cumplen años el mismo día, qué después vamos a parir juntas!!!
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