Abajo los roomies

La verdad es que yo nunca he tenido un roomie, pero ah chinga, ¡cómo ha vivido gente en mi casa!

Pepe, Christian, Florian, Rodrigo, Sigi, Vanessa, Brenda, Ingrid son sólo algunos de los amigos que han invadido mi espacio, y con ellos he vivido experiencias de las que he aprendido algo.

Una anécdota en la que me quedé frixi y me di cuenta que algo estaba mal, fue cuando me pusé unos pantalones y una camisa divina y uno de los entenados me dijo: ¡Oye, porque te pusiste eso, si yo me lo iba a poner hoy!

¿Cómo ven al inventado ese?

Ahora sé que no me gusta que se pongan mi ropa, que agarren mis películas sin mi consentimiento, que me despierten temprano y que se coman lo que me preparo.

Después de haber convivido en el mismo cuarto por seis meses con un amigo francés, me quedé tan acostumbrado que duermo del lado derecho de mi cama, obvio king size, sin aprovecharla.

Ese refrancito de las paxivas que da título a este tema: O te aclimatas o te achingatas nunca más lo aplicaré, porque no pienso compartir mi espacio con nadie más.

Por eso digo qué abajo los roomies y arriba los ligues de one night.