domingo, 16 de mayo de 2010

Father and son

Mientras escucho esta gran rola de Cat Stevens reflexiono:

No estaban mis papás y...

Cada diciembre recibía una postal de navidad, que a los tres años la leía sin balbucear:

"Mi pepocha linda, espero que estés muy bien. Quiero que le hagas caso a tu abuela y que te cuides mucho de los coches que no te vayan a morder y de los perros que no te vayan a atropellar. Cuida mucho de tu hermano, ya falta poco para volver a estar contigo. Te quiere mucho, tu mamá Sonia".

En efecto, no sabía leer a esa edad por eso lo de que me atropellaran perros, pero como todas las postales que recibía de mis padres, en especial de mi madre, decían lo mismo, las tomaba y "las leía" sin problemas y sin comprensión.

No estaban mis papás y...

Todos los domingos, después de haber visto "En familia con Chabelo", salía disparada a la cocina de mi abuela. Al llegar, me acomodaba en mi sillita, esperando que sonara el teléfono para escuchar la voz de mi papá, quien platicaba conmigo por dos o tres minutos.

Era el tiempo suficiente, en toda la semana, para sentirlo cerca y saber que me quería, pues recuerdo que lo repetía incansablemente. Pero si llegaba un domingo, me acomodada en mi sillita esperando su llamada, y el teléfono no timbraba, también era el tiempo suficiente para sentir que mi padre ya se había olvidado de mi.

Cuando tenía casi cinco años regresaron a México, después de estudiar en Alemania; en ese momento, empecé a ser hija, así como ellos a tener su rol de padres.

Pero sólo fueron 12 años los que viví a su lado, pues a los 16 fui yo la que partí.

En esta era de independencia, no están mis papás y...

He aprendido a no darle dinero a personas que, en un alto de la Cd. de México en la madrugada, te dicen que se quedaron sin gasolina, cuando la cruda realidad es que es una mentira y una estafa pues así se ganan la vida.

Me he conscientizado de que no debo ponerme al tú por tú con un tipo que se acerca a mi coché y quiere robármelo amenazándome con una navaja o arma "simulada" bajo su ropa, como lo hice en mi etapa universitaria en Guadalajara.

También, ahora que no están mis papás...

Sé que tengo una gran vida gracias a su apoyo y sacrificio, la frase "no están mis papás", más que un recuerdo de travesuras ha sido sinónimo de aprendizaje.

Y en esta tarde que tampoco están... sólo sé que los extraño.

4 comentarios:

  1. ¿Leyeron bien?

    Cuando quieras... aquí merito están mis brazos, siempre ávidos de abrazos.

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  2. Adri,

    Muchisimas gracias, al igual que mis padres, eres un gran mujer, amiga y madre...sin duda eres "La Jefa", en toda la expresión de la palabra, te mando un abrazo muy fuerte.

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  3. Espero que también hayas aprendido ya que no es bueno ir al cajero automático a las 3 de la mañana, que si te piden un cigarro en la calle, sobre todo un tipo con aspecto de vagabundo, es mejor dárselo; que ir a la tintorería a las 8 de la mañana es un un pretexto baratísimo, ninguna abre a esa hora...

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  4. Vas aprendiendo bien, vas aprendiendo

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